INSPIRADOR

Dejó su trabajo bien pago para fabricar su propia cerveza

Néstor Manrique, un productor cervecero, contó en Tarde Trece que en un momento de su vida se cansó de la estabilidad de ser un trabajador minero y fue tras su sueño. Hoy tiene su propio restaurante.
domingo, 25 de septiembre de 2022 · 12:09

El camino que eligió caminar Néstor Manrique es el que muchas personas quieren transitar, pero no se animan a dar ese salto siempre riesgoso.

 Él, un hombre en el medio de los 30 y 40 años, del que la sociedad espera una cierta cantidad de metas completadas para ese tramo de la vida, decidió animarse a dejar el empleo estable y bien pago. Esa decisión tenía un sueño detrás y era la de dedicar toda su energía y pasión a fabricar su propia cerveza.

Según lo que estén emprendedor contó en Tarde Trece, fue difícil al principio el tomar la decisión, pero a medida que el empleo estable y bien pago lo iba alejando de sus afectos y fundamentalmente de sus pasiones, decidió que era momento de tomar el toro por las astas y decirle adiós a eso que no lo satisfacía. Que lo hacía infeliz.

Néstor era empleado minero. Tenía la habitual dinámica de trabajo que impone esta industria. Cobrará un buen sueldo, era una persona con estabilidad económica, pero no emocional. Fue entonces que dejó ese trabajo atrás y tomó la decisión a la que calificó como ‘necesaria’.

‘Cuando todas las mañanas te encontras empezando el día estas entre la espada y la pared, lo que podés hacer es tirar la pared. Ese pensamiento disruptivo de romper las reglas, pero siempre desde las bases de conocerlas’, expresó el ex minero.

Para Néstor cualquier disciplina que genera patrones de conducta para resolver que después podes se pueden canalizar en otros ambientes.

El ahora productor de su propia cerveza artesanal contó que sufría de pánico escénico y la disyuntiva se le presentaba porque estudiaba música clásica. Esa misma disyuntiva lo llevó a replantearse el orden de las coas en su vida y empezó a autoformarse en comunicación, programación neurolingüística para poder entender lo que le pasaba, y sobre todo enfrentarlo. Fue ese tesón y determinación en su vida lo que lo hicieron una persona fuerte y feliz a la hora de encarar lo que lo apasionaba. Se iba allanando su sendero.

Tal fue la transformación de este emprendedor que en distintas empresas en donde trabajó lo llamaban para hacer el cierre de ciclos. ‘Me llamaban porque tenía para contar mis experiencias con estas fuertes tomas de decisiones. Siempre hablo desde lo actitudinal y emocional, y no del trabajo duro de las empresas’, contó.

Néstor asegura que la lectura de ‘estabilidad’ a cierta etapa de la vida de una persona, es ‘una lectura subjetiva’. Para este emprendedor incansable es la realidad propia de la persona y no la realidad en sí misma la que se afronta. ‘Cuando vos empesás a sentir el desarraigo de tu familia, si estas en pareja, si tenes hijos, de tus amigos, el fútbol del miércoles, ese salario emocional no está pago, sino que solamente está contemplado lo económico’.

Luego cerró con énfasis: ‘Es como un péndulo entre tengo mis cosas económicas resueltas, versus el que ya no te llamen cuando se junten. Entonces hay cambios que se tratan de un poder de adaptación, depende de lo que vos hagas, porque es tu vida no la vida en sí’.

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