Advierten menos nevadas en San Juan en comparación al año pasado
Silvio Pastore, investigador de la UNSJ, alertó sobre la disminución de precipitaciones níveas y pidió una reforma urgente del marco legal para el uso del agua
La disminución de las nevadas en la cordillera sanjuanina es una señal de alarma. Así lo advirtió el investigador y docente de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), Silvio Pastore, quien dirige el Gabinete de Cambio Climático de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. En una entrevista en Canal 13, expuso un panorama sobre el comportamiento del ciclo hídrico y lanzó un fuerte llamado a la actualización del Código de Agua.
“El volumen de nieve precipitada este año es menor al del año pasado. A igual fecha, ya habíamos tenido tres precipitaciones de cierta magnitud en 2024; hoy solo se registraron dos, y de menor magnitud”, indicó Pastore. Explicó que una de las principales causas es que “la isoterma de 0 grados se encuentra cada vez más alta, lo que reduce el área donde la nieve puede acumularse”. Esto impacta directamente en los caudales de los ríos, ya que la mayor parte del agua que se utiliza en San Juan proviene del deshielo.
Sobre el Código de Agua en San Juan
Pastore remarcó que la situación requiere un cambio urgente en la manera en que se administra el recurso. “Todo esfuerzo que hagamos en infraestructura no será suficiente si no actualizamos el Código de Agua”, afirmó tajante. Según explicó, la normativa actual entrega derechos sobre el uso del agua al propietario superficial de la tierra, sin considerar si efectivamente la necesita, si la usa bien o mal, o si siquiera la paga.
“El código es un vestigio del siglo XIX. Es un derecho adquirido de épocas donde ni siquiera se conocía el comportamiento de los glaciares o del ciclo hídrico tal como lo entendemos hoy. Ya no alcanza con hablar de gobernanza, es imprescindible cambiar las leyes”, dijo el especialista. Pastore sostuvo: “Ese hito político demostró que no hay voluntad de adaptar nuestras normas al conocimiento actual. Pero el Estado debe tomar las riendas. Ya no merece discusión”.
El investigador también fue claro sobre los cambios necesarios en el sector agrícola: “Los productores deben entender que no pueden seguir irrigando de la misma manera. No se trata de dejar de producir, sino de hacerlo de forma más eficiente, adaptándose a la disponibilidad del recurso”.
Una de las alternativas que destacó fue el riego por demanda y no por oferta, una estrategia que el INTA viene promoviendo desde hace tiempo. “La planta debe recibir agua cuando la necesita, no cuando yo tengo el turno de riego”, explicó. Además, propuso repensar qué se cultiva y cuándo se riega: “Nuestra matriz productiva no debería desaparecer, pero sí adaptarse”.
Consultado sobre la creencia popular de que la minería es la principal causa de la escasez de agua, Pastore fue contundente: “Es increíble que todavía haya sectores que sostienen eso. Las evidencias lo desmienten. Miremos Chile: es el primer productor mundial de cobre y, aun así, exporta más productos agropecuarios que todo el polo vitivinícola de Cuyo”.
Finalmente, el especialista recordó que San Juan está inserta en una región donde los fenómenos climáticos tienen influencias distintas: mientras que las nevadas en la cordillera responden a patrones del Océano Pacífico, el clima del Valle de Tulum está más influenciado por el Atlántico. Esta diferencia refuerza la necesidad de contar con políticas hídricas basadas en evidencia científica.