Una alarmante modalidad protagonizada por adolescentes sanjuaninos encendió las alertas en la provincia. A través de un canal de difusión de WhatsApp llamado “L.B.L.M.”, se convocaron para pelearse entre ellos en plena vía pública. Los enfrentamientos fueron filmados y compartidos en esa misma plataforma, donde también se publicaron mensajes desafiantes entre los participantes. La información fue publicada por Diario de Cuyo, que accedió al contenido del canal.

El grupo fue creado el 14 de abril de este año y, hasta este jueves, contaba con al menos 210 seguidores. Allí se compartieron fotos y videos de las peleas, además de audios y mensajes provocadores enviados por los mismos adolescentes que, sin esconderse, se enfrentaron “mano a mano” frente a una pequeña multitud. El punto de encuentro elegido fue la plaza Laprida, ubicada en pleno microcentro de San Juan, a pocos metros de Avenida Libertador y Alem.

Según el medio, las peleas siguieron una especie de “código” entre los participantes: se peleaban de a dos, mientras los espectadores alentaban sin intervenir, como si se tratara de un “club de la pelea”. En los contenidos se reflejaron también burlas, desafíos y hasta frases que hacían referencia a la intervención de las autoridades. Algunos mensajes mencionaron que los “delató la yuta y el prece”, lo que indicaría que docentes o directivos de alguna institución educativa ya estaban al tanto.

Aunque no se pudo confirmar de qué colegios eran los chicos involucrados, se supo que en la zona donde ocurrieron los enfrentamientos funcionan varios establecimientos escolares. La viralización de este canal también preocupó por otro motivo: sus integrantes celebraban la cantidad de visualizaciones que lograban. Según se observó en las capturas del grupo, algunos contenidos superaron las 5.000 vistas.

En un principio, el canal parecía funcionar como un espacio informal entre amigos, pero con el paso de los días se transformó en un lugar donde se organizaron peleas pactadas, con organización previa y hasta promoción dentro del grupo.

Hasta ahora, no se confirmó si existen otras zonas donde se repite esta práctica. Lo cierto es que el fenómeno generó preocupación entre los adultos que accedieron al contenido, ya que se trata de adolescentes —en su mayoría menores de edad— que no solo se pelearon a golpes, sino que lo convirtieron en un espectáculo.