Barceló: "Sería justo que en las farmacias se pueda vender combustible o veneno para ratas"
El ex presidente del Colegio de Farmacéuticos en San Juan se refirió con ironía al nuevo decreto que habilita a kioscos, supermercados y ahora estaciones de servicio a vender medicamentos de venta libre en sus góndolas.
El expresidente del Colegio de Farmacéuticos de San Juan y empresario del sector, Mauricio Barceló, expresó un contundente rechazo a las recientes medidas de desregulación del mercado de medicamentos en Argentina. Este viernes realizó un comunicado donde con ironía se expresó sobre la habilitación para vender medicamentos de venta libre en estaciones de servicio y supermercados, comparándolo con permitir la comercialización de productos ajenos a la salud en farmacias.
"Ya que estamos en la onda de la desregulación de la salud, sería justo que en las farmacias se pueda vender combustibles, veneno para ratas, cigarrillos, fertilizantes, herraduras, etc. Es una vergüenza total", expresó el farmacéutico con evidente malestar.
Además, Barceló cuestionó la posibilidad de habilitar el ejercicio de la medicina y la bioquímica a personas sin formación profesional, en un tono sarcástico: "Debería habilitarse el ejercicio a curanderos de palabra, lectores de borra de café, ojeadurólogos, curadores de empacho, tiradores de cuerito y tarotistas. En el área bioquímica, lectura de 'las aguas' (orina)".
Luego prosiguió con el descargo: “Quiero proponer también que se desregule a los traumatólogos y neurocirujanos especialmente. Don Dalmacio, mi carnicero de toda la vida puede operar una columna o una cadera y es mucho más barato. Ellos saben de anatomía tanto como dichos profesionales ya que las vacas y cerdos son mamíferos como los humanos”.
La postura se debe por la polémicas medidas impulsadas por el gobierno nacional que permiten la venta de medicamentos de venta libre en góndolas de supermercados y, más recientemente, en estaciones de servicio. Según la Confederación de Entidades de Expendedores de Combustibles (CECHA), el decreto 1024 habilita la comercialización de analgésicos y otros productos.
Sin embargo, desde el sector farmacéutico advierten que estas decisiones ponen en riesgo el modelo sanitario del país, transformando los medicamentos en simples mercancías.