La Policía de San Juan finalizó una etapa clave en el proceso de implementación de los Dispositivos Electrónicos de Inmovilización Momentánea, conocidos popularmente como pistolas Taser. Aunque en enero llegaron 40 unidades a la provincia, por el momento sólo 15 efectivos están autorizados para usarlas, tras una rigurosa capacitación teórica, práctica y psicológica.

El oficial inspector Matías Carrizo explicó en Canal 13, que estos dispositivos "vienen a complementar otras armas de baja letalidad con las que cuenta la fuerza, como escopetas o marcadoras", y remarcó que el objetivo es contar con herramientas que permitan reducir situaciones de riesgo sin recurrir a armas letales.

Sobre el funcionamiento de la Taser, Carrizo detalló que “provoca una contracción neuromuscular que inmoviliza a la persona”. Para lograrlo, el disparo expulsa dos pequeños arpones, conectados a cables conductores que inducen una descarga eléctrica al contacto con zonas musculares del cuerpo. “Se dispara a sectores específicos como piernas, brazos, espalda o torso, donde hay suficiente musculatura para lograr el efecto deseado”, señaló.

Sobre el funcionamiento de la Taser, Carrizo detalló que “provoca una contracción neuromuscular

Consultado sobre la fecha en que estas armas comenzarán a usarse en operativos, indicó que eso dependerá de la planificación que defina la Jefatura de Policía, la cual evaluará “el mapa del delito” para asignar estratégicamente el recurso.

“La sociedad debe quedarse tranquila sobre el uso de estos dispositivos.

“La sociedad debe quedarse tranquila sobre el uso de estos dispositivos. Es un proceso progresivo y exclusivo, con controles estrictos. No cualquiera puede manipular una Taser”, aseguró Carrizo, quien además remarcó que las capacitaciones continuarán para formar a más efectivos y así alcanzar una cobertura total.