Con harina, salsa y corazón: el comedor sanjuanino que hace 34 años alimenta a más de 100 niños
Sandra Pérez, referente solidaria sanjuanina, contó cómo funciona el comedor “Posibilidad para todos”, que desde hace 34 años brinda comida, apoyo escolar y contención a niños y personas en situación de calle, sin recibir ayuda estatal.
Sandra Pérez no necesita presentación en San Juan. Su nombre está ligado desde hace más de tres décadas a la solidaridad. Este viernes, en diálogo con Jorge por la mañana, compartió la historia y el presente del comedor y merendero Posibilidad para todos, que desde hace 34 años funciona en un galponcito detrás de su casa.
“Hoy llegaron unas cajitas con ropa y estoy terminando de acomodarlas”, contó, mientras anticipaba lo que para ella y su comunidad es una costumbre de los viernes: una comida compartida, como cierre de la semana. “Siempre tratamos de hacer algo rico más allá del merendero. Hoy, por suerte, se juntó harina, salsa y otras cosas, así que toca pizza”, celebró.
Pero la ayuda no termina en lo alimentario. Sandra y su red de voluntarias también reparten ropa, cortan el pelo y, sobre todo, apuntalan el estudio. “Primero, obvio, tienen que estudiar. De lunes a viernes me tienen que traer buenas notas. Esa es la condición para todos estos beneficios”, explicó, con la convicción de que el futuro de los chicos se construye desde el aula.
En total, el merendero recibe a unos 100 niños, de los cuales 52 asisten a apoyo escolar. “Los otros son más chiquitos”, aclaró. Además, el lugar también brinda ayuda a personas en situación de calle.
Lo que hace aún más admirable esta tarea es que no cuentan con apoyo oficial. “Lamentablemente no recibimos ayuda de quienes podrían dárnosla. A veces juntamos una monedita entre todas para comprar harina o lo que se necesite, pero en nuestra cabeza está la certeza de que todos los días tenemos que tener algo para estos niños”, dijo con firmeza.
En el galpón donde funciona el comedor, ya piensan en agrandar el espacio. “Tenemos cinco tableros y se llenan todos los días. No nos gusta ver a los niños parados”, comentó.