Cada 22 de mayo se conmemora el Día Internacional de la Diversidad Biológica, una fecha impulsada por las Naciones Unidas para concientizar sobre la importancia de preservar la variedad de vida en el planeta. En este contexto, el investigador del CONICET y docente de la Universidad Nacional de San Juan, Gabriel Gatica, dialogó con Canal 13, sobre el valor de los ecosistemas, el impacto de la actividad humana y las acciones concretas que la ciudadanía puede emprender para mitigar los efectos de la crisis ambiental.

“La biodiversidad es toda la variedad que tenemos de plantas, animales, microorganismos, pero también de ecosistemas, genes, especies y biomas. Es todo lo que representa la variedad de los sistemas naturales”, explicó Gatica.

Día de la diversidad biológica: su importancia en la ayuda al ecosistema

Aunque se suele asociar el término principalmente con flora y fauna, la biodiversidad también incluye la diversidad genética y de hábitats. Sin embargo, aún queda mucho por descubrir: “Año a año se siguen encontrando nuevas especies, por lo que no existe una cifra precisa de cuántas hay en total. Hay muchas que ni siquiera están descritas todavía”, añadió el investigador.

Uno de los puntos clave en la conversación ambiental actual es cómo el diseño de las ciudades y el uso de vehículos afectan los ecosistemas. “No sé si el sistema urbano tiene consecuencias directas sobre la diversidad en áreas naturales, pero sí contamina la atmósfera donde vivimos la mayoría de los sanjuaninos”, dijo Gatica.

Para contrarrestar ese impacto, una de las estrategias más efectivas es crear más espacios verdes urbanos, que además sean diversos en especies y, de ser posible, con vegetación nativa. “Está comprobado que estos espacios ayudan a reducir los particulados ambientales y los gases contaminantes provenientes de vehículos y del uso doméstico de gas”, afirmó.

Generar más espacios verdes ayudan a reducir los efectos de gases contaminantes

El cuidado de la diversidad no es exclusivo de los gobiernos ni de los organismos científicos. Cada persona puede sumar desde su hogar con pequeños gestos que, en conjunto, generan un gran impacto. “Una de las metas que se establecieron en la última reunión sobre biodiversidad en Montreal, en 2023, fue reducir al 50% el desperdicio de alimentos para 2030. Desde casa se puede aportar separando residuos, haciendo compost o simplemente evitando cocinar de más”, remarcó.

En este sentido, Gatica enfatizó la necesidad de comprometerse también como ciudadanos: “Una de las cosas que podemos hacer es exigir a nuestros gobiernos la creación y restauración de espacios verdes. También, al momento de votar, elegir fórmulas que promuevan la conservación y las soluciones basadas en la naturaleza”.

¿Qué pasa con los parques solares?

La instalación de parques solares aparece como una alternativa sustentable para la generación de energía, aunque también puede implicar riesgos si no se realiza de forma planificada. “A nivel global, se ha registrado que al instalar estos parques se remueve la cobertura vegetal, lo que implica pérdida de hábitats para otras especies, como insectos o aves”, advirtió.

¿Qué pasa con los parques solares?

No obstante, aclaró que no se trata de frenar el desarrollo de las energías limpias, sino de ordenar su implementación: “Sería conveniente que se instalen sobre un diseño territorial planificado, que reduzca el impacto en la biodiversidad. Por ejemplo, se estudian soluciones como plantar árboles alrededor o mantener vegetación baja que no afecte el funcionamiento de los paneles”.

Gatica cerró con una reflexión sobre la responsabilidad humana frente al planeta: “La actividad humana va a tener impacto sobre la humanidad. Lo podemos mitigar, pero no evitar”. Por eso, insistió en que cada acción —desde una elección de consumo hasta el diseño de una política pública— puede inclinar la balanza hacia un futuro más armonioso con la naturaleza.