El otoño sanjuanino se despide con temperaturas elevadas y el inicio de mayo promete seguir en la misma línea. Así lo advirtió la investigadora en climatología Agustina Albeiro, quien señaló que los modelos climáticos indican un escenario de temperaturas anormalmente altas para mayo y junio, así como una preocupante falta de nevadas en la zona cordillerana de la provincia.

“No quiere decir que no va a hacer frío, pero sí que, en general, los valores estarán por encima de lo habitual para esta época del año”, explicó Albeiro, en diálogo con Canal 13.

En cuanto a las diferencias térmicas entre zonas, la especialista subrayó que San Juan tiene una topoclimatología particular, lo que significa que el clima varía notablemente según el relieve. “No vivimos en una llanura, como San Luis o La Pampa. El clima cambia si nos movemos por la provincia”, aclaró.

Una de las advertencias más fuertes estuvo relacionada con las nevadas, clave para la provisión de agua en la provincia: “Lo que indican los modelos es bastante desalentador”, afirmó Albeiro. “En la cuenca del San Juan, se espera que mayo y junio continúen con escasas precipitaciones. Seguimos dentro del contexto de megasequía que nos afecta desde 2010, igual que a Chile central”.

Cambio climático: fríos más fríos y calores más calurosos

Aunque en ocasiones se producen grandes aportes —como durante los eventos de El Niño—, la tendencia general es de falta de nieve y lluvias, lo que agrava la situación hídrica de la región.

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Consultada sobre si estos fenómenos responden a un ciclo natural o al cambio climático inducido por la actividad humana, Albeiro fue clara: “Hay una combinación de ambas cosas. La Tierra tiene sus ciclos, pero la acción humana aceleró el proceso. Desde la Revolución Industrial se dispararon las emisiones de dióxido de carbono, y eso está generando anomalías térmicas cada vez más extremas”.

Además, recordó que el año pasado se registraron temperaturas de hasta -11°C el 9 de julio en algunas estaciones urbanas, y que San Juan, por sus condiciones desérticas, siempre ha estado expuesta a contrastes térmicos pronunciados. Sin embargo, advirtió que los inviernos tienden a acortarse y suavizarse, aunque aún es temprano para hacer proyecciones definitivas.

“A veces nos olvidamos de lo extremo porque lo que estamos viviendo nos parece distinto, pero seguimos registrando fenómenos intensos”, concluyó.