Con la cercanía del Día del Padre, las redes y los comercios se llenan de mensajes emotivos y promociones. Pero más allá del calendario, la efeméride abre la puerta a una reflexión profunda: ¿cuál es el verdadero rol del padre hoy? La psicóloga Silvana Bellotti, especialista en infancias, propone repensar la figura paterna desde una perspectiva emocional y evolutiva.

“Profundicemos hoy en el rol del papá, que es tan vital como el de la mamá”, plantea Bellotti. A lo largo de los años, la imagen del padre ha dejado de estar asociada exclusivamente al proveedor o al que pone límites, para asumir un papel más activo, afectivo y presente en la vida cotidiana de los hijos.

Bellotti recuerda que la celebración del Día del Padre tiene su raíz en la historia real de Sonora Smart Dodd, una mujer que quiso homenajear a su padre, quien crio solo a sus seis hijos. “Es una historia que no habla de biología, sino de amor, cuidado y dedicación. Celebramos esa presencia, más allá del título”, explica.

“Lo importante no es si es mamá o papá, los dos son fundamentales. Y cuando un padre está presente, se convierte en una figura de seguridad interna para el niño y en su primera conexión con el mundo exterior”, afirma la especialista.

Distintos estudios en psicología del desarrollo coinciden en que la presencia activa del padre en la crianza tiene efectos positivos en la autoestima, la regulación emocional y las habilidades sociales de los niños. Bellotti lo resume con claridad: “Los chicos que crecen con un padre presente tienen mayor autoestima y saben vincularse mejor en el mundo externo”.

En este sentido, la especialista enfatiza que la paternidad no se limita al rol tradicional de poner límites. “Durante mucho tiempo se usó la figura del padre solo como el que impone autoridad, pero eso tiene que cambiar. Mamá también tiene que poner límites, y papá también puede ser contenedor, cariñoso, activo en la rutina diaria”.

“Hoy muchos padres no quieren perderse la crianza de sus hijos. Participan, se involucran, están presentes. Eso también merece celebrarse”, asegura Bellotti. Este cambio de paradigma se refleja en prácticas como la licencia de paternidad, el reparto más equitativo de las tareas del hogar y la crianza compartida.

La especialista propone, entonces, resignificar esta fecha: “El Día del Padre es una oportunidad para agradecer y reconocer a quienes eligen estar, criar, acompañar, sostener. No se trata solo del vínculo biológico, sino del vínculo emocional, que es el que realmente deja huella en la vida de un hijo”.