En Argentina: calculan que 1 de cada 4 jóvenes después de los 17, será fumador
La moda de vapear ya muestra sus consecuencias. Los especialistas alertan: no es un juego inofensivo, es una adicción con efectos reales y duraderos en la salud de los jóvenes.
El uso de vapeadores entre adolescentes se ha convertido en un fenómeno alarmante que preocupa cada vez más a los especialistas en salud respiratoria. El médico neumonologo Marzio Meglioli, advirtió en Canal 13 San Juan, que hoy en día “los chicos en edad de secundaria consumen más vapeadores que cigarrillos tradicionales”, lo que representa una nueva forma de adicción que, lejos de ser una alternativa inocua, puede ser incluso más peligrosa.
El médico explicó que “el vapeador produce mayor adherencia al vicio”, y ese fue uno de los principales motivos por los que ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) prohibió su comercialización. “No está aprobado por el organismo y, sin embargo, se ve en todos lados. Lo usan chicos muy chicos, menores de edad, incluso dentro de las escuelas”, remarcó.
Además, señaló que Argentina es uno de los países con mayor consumo de tabaco del mundo y que “un cuarto de los adolescentes de la República Argentina, después de los 17 años, va a empezar a fumar”. Una estadística preocupante que se mantiene vigente desde 2005, y que pone en evidencia la necesidad urgente de políticas públicas efectivas en prevención y educación.
La situación se agrava por la falsa percepción de que el cigarrillo electrónico es menos dañino. Según explicó Meglioli, el mecanismo del vapeador implica el uso de un calefactor que genera vapor al calentar sustancias que pueden contener nicotina, saborizantes y, en algunos casos, derivados del THC (componente psicoactivo del cannabis).
“El problema es que esos saborizantes que se usan muchas veces en la industria alimenticia no están preparados para ser inhalados. Cuando ingresan al pulmón, no se desactivan como lo harían en el aparato digestivo, lo que puede producir daños irreversibles como enfisemas”, explicó el especialista.
Daños y falta de regulación
La experiencia internacional sirve como advertencia. “En Estados Unidos ya se han reportado muertes por el uso de vapeadores”, indicó Meglioli. Aunque muchos asocian estos dispositivos con vitamina E, en realidad lo que se utiliza es un derivado químico que, al ser expuesto al calor, libera sustancias altamente nocivas para la salud pulmonar.
Una de las grandes falencias, según el profesional, es la falta de legislación actualizada. “La Ley N.º 7500, que regula el consumo de tabaco, fue redactada entre 2003 y 2007, cuando los vapeadores aún no existían. Por eso no los contempla”, explicó Meglioli, quien participó en la redacción de la norma. En ese sentido, sostuvo que “quizás haya que modificar la legislación para prohibir el uso de vapeadores en ámbitos cerrados, al igual que se hizo con los cigarrillos”.
Uno de los argumentos más utilizados por quienes vapean es que no generan “humo” y, por lo tanto, no afectan a quienes los rodean. Sin embargo, Meglioli desmintió este mito: “Sí existen fumadores pasivos por vapeadores. Solo que, como el olor es diferente al del cigarrillo tradicional, se disimula. Pero estamos respirando contaminantes igual de dañinos”.
En esa línea, remarcó que el consumo de vapeadores suele estar naturalizado en espacios como boliches, fiestas o baños escolares, donde el control es casi inexistente. “Todo el que utiliza vapeadores cree que es una simulación de fumar, pero en realidad está generando una adicción igual o mayor, y además expone a los demás”, advirtió.
Frente a esta problemática, Meglioli hizo hincapié en que existen tratamientos efectivos para dejar de fumar, avalados por la Asociación Argentina de Tabacología. “Hay medicación específica, parches, dispositivos que reemplazan la nicotina… pero lo principal es la decisión personal. No existe una pastilla mágica que se pueda disolver en la sopa y elimine el vicio. Se necesita voluntad”, sostuvo entre risas, en referencia a pedidos frecuentes que recibe en su consultorio.
Finalmente, el neumonologo insistió en la importancia de la educación como herramienta preventiva. “En otros países hay una regulación más estricta y campañas muy activas. Eso impacta directamente en los índices de consumo. Acá todavía vemos personas fumando en casinos, boliches, incluso en espacios públicos”, lamentó.