Más allá de las acciones que el Ministerio de Educación puso en macha sobre la segunda parte del año pasado para mejorar el nivel educativo de los alumnos sanjuaninos, la Secretaría de Educación de la Nación dio a conocer los resultados de las Pruebas Aprender. Los datos arrojaron números alarmantes para la provincia, dado que 1 de cada 3 niños alcanzó los niveles esperados de lectura.

La lectura es algo esencial, porque hace a la comprensión lectora y se torna como un desencadenante para el resto de la enseñanza. Por este motivo, San Juan comenzó a realizar acciones en pos de reforzar este aspecto educativo.

Sin embargo, los números de las pruebas tomadas durante el año pasado, arrojaron números alarmantes en la provincia, que no escapa al índice nacional.

La prueba Aprender Alfabetización, que se tomó en noviembre de 2024 a una muestra representativa de 91.042 estudiantes de tercer tercer grado en 4.178 escuelas de todo el país, arrojó que un 24,5% de los estudiantes se encuentra ‘en proceso’ de alcanzar el nivel esperado y que 3 de cada 10 (30,5%) están ‘significativamente rezagados’.

Entre los peores niveles de desempeño que se registran se ubica San Juan, donde el 37% de los alumnos alcanza el nivel de lectura esperado. En Chaco, también apenas 1 de cada 3 estudiantes (34,2%) alcanza el nivel esperado y Misiones un 38%.

En la otra vereda se encuentran los que mejor desempeño tienen, aunque de igual manera es relativamente bajo. Según el informe nacional, los mejores niveles de desempeño están en Formosa, donde el 63,6% de los estudiantes alcanza el nivel esperado en lectura, en segundo lugar se ubica Córdoba, con el 58,8% de los alumnos, en tercer lugar queda CABA, donde el 55,5% de los alumnos alcanza el desempeño esperado en lectura y en la zona de Cuyo, Mendoza, el 44,1% de los alumnos alcanzaron los desempeños esperados.

Una cifra similar tiene la provincia de Buenos Aires con 43,7% y por encima se ubica La Pampa que tiene un 49,6%.

Aprender 2024 incluyó textos medios y cortos, oraciones breves y lectura de palabras con soporte de imagen, para poder desagregar con mayor precisión lo que pueden hacer los alumnos, especialmente en los niveles más bajos de desempeño. Estas diferencias de diseño y de implementación de la prueba, explican por qué no se pueden comparar los nuevos resultados con los anteriores, señalaron.