Hace un mes que el Gobierno de San Juan implemento el uso de pistolas taser para utilizar en la prevención del delito. En un primer momento, estas pistolas fueron utilizadas solo por grupos especiales, pero ahora las autoridades están trabajando para dotar a los policías de zonas urbanas para que utilicen estos dispositivos. 

En entrevista con Canal 13, Enrique Delgado, el secretario de Seguridad de San Juan, explicó que aún no fue necesario su uso en operativos reales. “Las Taser tienen tres etapas: verbalización, activación del arco voltaico y disparo. Hasta ahora solo fue necesaria la verbalización, no se ha pasado a las otras fases”, explicó.

Sin embargo, resaltó el valor preventivo del dispositivo y anticipó que podrían adquirirse más unidades para equipar al personal policial que recorre las calles. “La Taser cumple una función muy efectiva en la prevención. Hoy están asignadas a grupos especiales, pero estamos trabajando para que también las tenga la policía urbana”, aseveró.

La provincia adquirió un total de 40 pistolas. Para ello, ya hay 16 efectivos (15 varones y una mujer) que fueron capacitados para poder utilizarlas correctamente.

“En principio, las pistolas Taser ya están entregadas al Grupo Geras, Infantería o el GAM, pero también las vamos a estar entregando progresivamente en el radio céntrico y demás departamentos”, sentenció Néstor Álvarez, jefe de la Policía de San Juan.

Para llegar al lanzamiento de estas armas de baja letalidad, la fuerza provincial llevó a cabo todo un protocolo que incluyó primero un procedimiento administrativo. El siguiente paso fue la definición de la forma en la que se utilizarán y la capacitación de los uniformados.

Estas pistolas sirven para inmovilizar a las personas sospechosas durante los procedimientos que se realizan en la calle. Sirven para complementar otras armas de baja letalidad con las que cuenta la fuerza, como escopetas o marcadoras, ya que el objetivo es contar con herramientas que permitan reducir situaciones de riesgo sin recurrir a armas letales.

Las taser son de un plástico muy resistente, cuenta con seguro, una batería y el cartucho. Además, el dispositivo tiene una opción de aplicar una mira a corta o a larga distancia, como así también la posibilidad de actuar como una picana, sin necesidad de disparar.

El procedimiento marca que los policías deben instar a que la o las personas desistan de su mala actitud y si no cumple con este pedido, finalmente, el Policía podrá disparar y reducir a quien esté cometiendo un delito.

La taser provoca una contracción neuromuscular que inmoviliza a la persona. Para lograrlo, el disparo expulsa dos pequeños arpones, conectados a cables conductores que inducen una descarga eléctrica al contacto con zonas musculares del cuerpo. Los disparos se deben hacer a sectores específicos como piernas, brazos, espalda o torso, donde hay suficiente musculatura para lograr inmovilizar al sospechoso.

Según las autoridades, las taser trabajan con menos amperaje que los disyuntores que hay en casa y que nadie pone en duda porque salvan la vida de las personas. Los disyuntores se activan con una corriente de fuga de 30 mA y las Taser con 1,2 mA, es 20 o 25 veces menos. 

A un mes de la llegada de las pistolas taser a San Juan, hasta el momento no fue necesario