La historia del albañil que salvó a una bebé y lleva 20 años como bombero voluntario
En este día especial, Roberto recordó un hecho que le marcó para siempre: salvar una vida.
En el Día del Bombero Voluntario, Roberto Robledo, cabo primero del cuartel de Chimbas, compartió su historia en Canal 13, la cual esta marcada por la vocación, el sacrificio y un hecho que le cambió la vida para siempre: haber salvado a una beba de tan solo 16 días.
Robledo no solo es bombero voluntario hace dos décadas, sino también albañil, un oficio que combina con su entrega desinteresada al servicio de su comunidad. “Desde chico me gustaban los bomberos. Veía pasar los camiones rojos y sentía que algún día iba a estar ahí”, comentó. Esa intuición infantil se convirtió en realidad gracias a un impulso clave: “Fue mi mujer la que me incentivó a anotarme. Y acá estoy, hace ya 20 años”.
Robledo recordó que su formación fue exigente: “La instrucción era muy estricta, como lo sigue siendo ahora. Siempre estamos capacitándonos para estar preparados ante cualquier emergencia”. Como todos los bomberos voluntarios del país, no percibe salario por su labor. “Este trabajo es completamente voluntario. Yo soy albañil, y acomodo mis tiempos laborales y familiares para poder cumplir con mis guardias. Cuesta, pero vale la pena”, aseguró.
Entre tantas experiencias, hay una que lo marcó para siempre. “Una noche, como a las 2 de la mañana, trajeron a una beba de 15 o 16 días. Se había ahogado con leche materna. Le hicimos maniobras de RCP y logramos salvarla”, relata, con la voz entrecortada. “Eso no se olvida más. Es algo que te deja una huella. Gracias a la capacitación y al trabajo en equipo, esa criatura hoy está viva”.
A lo largo de los años, ha recibido infinidad de muestras de cariño. “La gente te reconoce. A veces pasás por la vereda y te saludan, te traen algo para compartir, aunque hayamos ido a bajar un gatito de un árbol. Esas cosas te llenan el alma”, expresó.
Ser albañil y bombero no es una combinación común, pero para Robledo es parte de una misma entrega. “Las dos son tareas duras, de ponerle el cuerpo. Pero cuando tenés vocación, lo hacés con orgullo”, dijo.