La historia del fundador y las insólitas corridas de toros en la Plaza 25
Luis Eduardo Meglioli recordó los orígenes de la ciudad y contó detalles poco conocidos sobre Juan Jufré, el fundador, y las antiguas corridas de toros que se realizaban en pleno centro sanjuanino.
En una nueva edición de “Te lo cuento por el 13”, el periodista Luis Eduardo Meglioli repasó detalles sorprendentes de la fundación de San Juan, al cumplirse un nuevo aniversario de la creación de la ciudad. Además de recordar quién fue su fundador, el relato incluyó una anécdota llamativa: en la histórica Plaza 25 de Mayo se realizaban corridas de toros los domingos por la tarde.
Según explicó Meglioli, el nombre de la ciudad fue en honor a San Juan Bautista, patrono del pueblo natal del fundador, Juan Jufré, en Medina de Rio Seco, un pequeño poblado de Castilla y León, España. “Es un pueblo muy parecido a Caucete, con un casco histórico muy atractivo”, señaló.
Jufré llegó a América con apenas 20 años, seducido, como muchos jóvenes europeos de su tiempo, por la promesa de riquezas en el Nuevo Mundo. “Vino a buscar oro y a tratar de hacerse rico toda la vida. El sacrificio era tremendo: seis meses de viaje en barco. Pero muchos lo hicieron. Jufré llegó primero a Perú, fue recibido por Pedro de Valdivia, quien lo formó militarmente, y luego lo envió a Chile”, detalló.
San Juan fue fundada poco después que Mendoza, con un objetivo estratégico: “No fue al azar. La idea era crear un pueblo que funcionara como asistencia o apoyo a Mendoza, a pocas leguas hacia el norte”, explicó el periodista.
Pero sin dudas, uno de los datos que más llamó la atención de los televidentes fue el relato de las corridas de toros en la Plaza 25 de Mayo. “Aunque parezca mentira, en pleno centro sanjuanino, la plaza era un potrero. Le ponían vallas de madera y armaban un rectángulo para hacer las corridas los domingos, justo después de la misa de las 18”, contó Meglioli. Estas prácticas, que hoy resultarían impensadas, también se realizaban en otros puntos de la provincia, como en Villa Krause, donde se organizaron espectáculos similares durante la década de 1920.