La superficie cultivada con viñedos atraviesa una reducción a nivel mundial, fenómeno que también se refleja en San Juan, en un contexto marcado por la crisis hídrica y la necesidad de tecnificar los sistemas de riego. Pese a los desafíos, desde el Gobierno provincial se apuesta a seguir impulsando la vitivinicultura como motor económico.

Miguel Moreno, secretario de Agricultura, Ganadería y Agroindustria, explicó en Canal 13 que este fenómeno es una tendencia global, confirmada por cifras recientes de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV). "Es un tema que se viene observando desde hace tiempo. Algunos países como Sudáfrica, que sufrieron crisis profundas entre 2015 y 2017, muestran una recuperación, pero la disminución de superficie cultivada es una realidad", sostuvo el funcionario.

Continúa la crisis hídrica y hay complicaciones para tecnificar el sistema de riego

La situación económica nacional no es ajena a esta tendencia. Según Moreno, “el sector vitivinícola también siente el impacto de la crisis económica que aún atravesamos. Si bien hay una mirada puesta en la salida, todavía cuesta mucho sostener la producción”.

En el caso de San Juan, el secretario destacó un rasgo particular: gran parte de la superficie de viñedos que se perdió estaba destinada a la producción de vinos, pero fue reemplazada por cultivos orientados a la industria de la pasa. “Esto también refleja una provincia que ha encontrado una alternativa interesante a nivel mundial con la exportación de pasas de uva”, remarcó.

La escasez de agua es otro de los factores clave detrás de la reducción de viñedos. “Hoy sufrimos en nuestra provincia una crisis climática que ha afectado seriamente la disponibilidad de agua. San Juan es muy dependiente del agua de deshielo, y llevamos varios años con ciclos muy cortos y precipitaciones muy bajas”, señaló Moreno.

Pese a los factores negativos, se apuesta a seguir desarrollando la vitivinicultura

El funcionario recordó que el año pasado las estimaciones de derrame de agua generaron expectativas que finalmente no se cumplieron. “Muchos esperábamos valores entre 1.500 y 1.600 hectómetros cúbicos, pero los números finales estuvieron en torno a los 1.260 o 1.270 hectómetros. Seguimos en crisis”, advirtió.

Además, Moreno lamentó que años atrás no se haya hecho un buen uso de los diques, que llegaron a cotas críticas: “Estuvieron a punto de colapsar. Hoy logramos superar esa situación mínima, pero seguimos en emergencia”.

 "El año pasado se pusieron a disposición créditos accesibles para la tecnificación del riego, e incluso para la instalación de paneles solares, con el objetivo de reducir los costos energéticos asociados al uso de sistemas presurizados", explicó Moreno.

Sin embargo, reconoció que la vitivinicultura enfrenta un desafío mayor: “Es uno de los sectores más complicados, porque los precios se han mantenido e incluso, en algunos casos, bajaron, lo que hace más difícil afrontar inversiones”.

El secretario fue contundente sobre el futuro: “La nueva agricultura debe tener puesta la lupa en la planificación del uso de los recursos hídricos. No solo en San Juan o Argentina, sino en todo el mundo”.

Concentración de tierras y nuevos modelos productivos

Otro fenómeno que se evidencia en San Juan es la concentración de tierras en manos de grandes productores, aunque también emergen proyectos de menor escala con alto valor agregado. “Se da una tendencia hacia menos productores con grandes extensiones, pero también encontramos pequeños emprendimientos de vinos de alta gama que son muy interesantes”, indicó Moreno.

Calingasta, por ejemplo, tiene una cantidad impresionante de bodegas pequeñas que elaboran vinos de autor. También en el Valle de Tulum vemos propuestas similares. Es realmente un disfrute visitar estas bodegas y ver la calidad de vinos que se están produciendo”, destacó.

Finalmente, Moreno subrayó la ventaja competitiva que tiene San Juan en otros cultivos: “El potencial de azúcar por hectárea en nuestra provincia difícilmente se logre en otras regiones del país y en pocos lugares del mundo. Esto permite que pequeños productores puedan desarrollarse y completar la cadena productiva”.