Plan de reparación histórica de ahorros: qué es y cómo impactará en los argentinos
Juan Manuel Frencia, del departamento de investigación de la Bolsa de Comercio, explica los cambios clave del plan de reparación histórica de los ahorros y cómo el Gobierno busca una inyección de dólares en el sistema financiero para estabilizar la economía.
El Gobierno nacional lanzó un plan de reparación histórica orientado a modificar los regímenes de información financiera y a promover una mayor inyección de dólares en el sistema, especialmente en un contexto económico complejo para el segundo semestre del año. Juan Manuel Frencia, investigador del departamento de investigación de la Bolsa de Comercio, detalló en qué consiste esta iniciativa y cómo se aplicará.
Uno de los principales cambios implica la derogación de varios regímenes de información que hasta ahora obligaban a comercios, escribanías y concesionarias a reportar los consumos y movimientos financieros al organismo recaudador ARCA. “Antes todos conocíamos los consumos y el comercio estaba obligado a brindar la información al ARCA. A partir de ahora, los comercios no estarán informando permanentemente los consumos de las personas”, afirmó Frencia.
En concreto, a partir del 1 de junio ya no será obligatorio que las escribanías informen al ARCA las compras y ventas de inmuebles, incluso en operaciones de grandes montos, como aquellas cercanas a los 10 millones de pesos. Asimismo, las concesionarias de vehículos usados tampoco deberán reportar la venta de automóviles.
En el ámbito bancario, se modifican los umbrales de reporte: hasta ahora, las transferencias, acreditaciones y depósitos eran informados al organismo recaudador independientemente del monto. El nuevo umbral para personas físicas se eleva a 50 millones de pesos, lo que implica que movimientos por debajo de ese monto no requerirán presentación de declaraciones juradas ni avisos tributarios. “Una persona puede ir al banco con hasta 49 millones de pesos y no le pedirán ninguna declaración de impuestos”, señaló el especialista.
Estas medidas forman parte de una estrategia que el Gobierno busca implementar para generar, a corto plazo, una importante inyección de dólares al sistema financiero, similar a lo ocurrido con el primer blanqueo de capitales. Esto es especialmente relevante para el segundo semestre del año, cuando las principales exportaciones suelen disminuir y se necesita garantizar una oferta de dólares que evite presiones alcistas en el tipo de cambio oficial.
“El ciclo de la soja va a bajar fuertemente y esta caída se acentuará en septiembre y octubre. Además, el Banco Central ya no interviene más en el mercado oficial de cambio, por lo que si el Gobierno quiere incidir en el tipo de cambio, deberá generar oferta de dólares de alguna manera”, explicó Frencia.