La licenciada Valeria Flaque, técnica del Laboratorio de Marcadores Moleculares del Centro de Biotecnología, explicó en Canal 13, el trabajo que realiza su equipo en diagnóstico de virus y en el acompañamiento directo a productores locales. De este modo, detalló cómo se desarrollan los procesos de investigación y certificación que buscan mejorar la calidad de los cultivos en San Juan.

El Centro de Biotecnología está conformado por dos institutos: el Instituto Tecnológico y el Instituto Hortícola Semillera. Uno funciona en Rivadavia y el otro, en Concepción.

"Yo soy técnica del laboratorio de marcadores moleculares. Actualmente estamos trabajando en diagnóstico, fundamentalmente de virus de  VID. También estamos investigando virus en batata, en conjunto con algunos productores”, señaló Flaque.

En ese sentido, explicó que su tarea se adapta a las necesidades que surgen desde el ámbito productivo y científico: “Dependiendo de lo que necesite el Instituto Tecnológico, también realizamos análisis serológicos o alimentarios. Además, estamos desarrollando técnicas de diagnóstico y de combinación de variantes de VID”, indicó.

Uno de los objetivos actuales del laboratorio es avanzar en la acreditación oficial, lo que permitirá emitir certificados indispensables para que los productores puedan comercializar sus cultivos cumpliendo con la normativa vigente. “Estamos en proceso de acreditación del laboratorio ante el INASE porque los productores necesitan certificar sus variantes para vender de forma legal y segura”, explicó.

La especialista remarcó que el contacto con los productores es permanente y fundamental: “Particularmente trabajamos con los viveristas, que son quienes nos informan qué necesitan. Como laboratorio, dependemos del Ministerio de Producción y nuestro objetivo es estar al servicio de ellos, brindar soluciones concretas a sus problemas”, sostuvo.

El propósito es claro: lograr una producción vegetal sana, libre de virus y sustentable. “Queremos que los productores estén seguros de que su material está sano, que es lo que realmente creen que tienen, que no esté contaminado y que puedan comercializarlo con tranquilidad. Se trata de garantizar que el material vegetal sea vigoroso y confiable”, concluyó Flaque.