Tras años de espera y postergaciones, finalmente comenzó la ejecución del cierre perimetral en el predio de la Escuela de Fruticultura y Enología. Se trata de una obra largamente anhelada por la comunidad educativa y vecinos del lugar, que recuperará un espacio histórico para el desarrollo académico y aportará mayor seguridad a la zona.

Durante décadas, el terreno perteneciente al establecimiento estuvo usurpado, con presencia de viviendas precarias y locales comerciales improvisados, como gomerías y parripollos. Sin embargo, el Gobierno provincial logró recuperar el espacio y destinar los fondos necesarios para avanzar con una infraestructura clave: el cercado del predio donde los estudiantes realizan sus prácticas formativas.

Actualmente, ya se pueden observar los primeros avances de la obra. Se instalaron postes que servirán de base para el alambrado olímpico y se están construyendo nuevas veredas en los alrededores del predio. El proyecto, financiado con fondos provinciales, demanda una inversión superior a los 51 millones de pesos y contempla el cerramiento completo del perímetro.

Además del alambrado, el proyecto incluye iluminación y señalización urbana, lo que no solo beneficiará a la comunidad educativa, sino también a los vecinos del lugar, quienes durante años convivieron con situaciones de inseguridad en la zona.

La obra avanza a buen ritmo y se estima que podría inaugurarse hacia fines de 2025. Desde la institución educativa destacaron que este paso es fundamental para fortalecer las condiciones en las que se forman los futuros técnicos y enólogos de la provincia.