La historia de Néstor Herrera, un vecino de La Bebida, Rivadavia, refleja el amor incondicional por los animales y, al mismo tiempo, la dura realidad que enfrenta alguien que entrega su vida a la protección de los más indefensos. Néstor vive con entre 16 y 18 animales rescatados en una casa que le prestaron de manera solidaria, pero ahora debe abandonarla por un conflicto legal vinculado a la propiedad. El desalojo es inminente, y lo único que pide no es dinero, sino ayuda para encontrar un lugar donde sus animales puedan estar a salvo.

La chica que me prestó la casa no tiene nada que ver. Ella fue muy amable conmigo”, explicó a Diario 13, reconociendo el gesto de quien lo ayudó durante un tiempo. Sin embargo, por cuestiones sucesorias, debe dejar la vivienda en la que convive desde hace años con perros que rescató de las calles, muchos de ellos con patologías graves o en situación de extrema vulnerabilidad.

Néstor no es un improvisado en el mundo del rescate animal. Hace 16 años que lleva adelante esta tarea, sin pedir donaciones previas, sin condiciones, incluso recurriendo a préstamos personales para cubrir gastos de veterinarios cuando la situación lo requiere. “Muchos animales fueron dados en adopción”, recordó con orgullo, aunque confesó que ahora lo invade la tristeza: “Yo me puedo ir a un albergue, pero los animales no. Y me duele tener que separarme de ellos después de tantos años”.

Si bien algunos vecinos lo acompañan y valoran su labor, otros han reaccionado de forma hostil. “Algunos vecinos me odian por tener animales de la calle”, afirma. Pero quienes lo conocen desde el mundo proteccionista no dudan en defender su trabajo. Lo definen como una persona que entiende cuándo un animal necesita ayuda, que nunca mira para otro lado, y que hace de la compasión su motor diario.

Néstor no pide dinero. Lo que necesita con urgencia es un alquiler accesible en un lugar con cierre perimetral, donde pueda seguir cuidando de los perros que tiene bajo su responsabilidad. Los proteccionistas que lo acompañan también destacan que no busca comodidad para él, sino refugio para los animales, muchos de los cuales no sobrevivirían sin sus cuidados constantes.

La comunidad de rescatistas y personas sensibles a la causa animal puede colaborar difundiendo su caso, ayudando a encontrar un espacio seguro para alquilar, o conectando a Néstor con personas o instituciones que puedan ofrecerle una solución habitacional para él y sus animales.

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2644 62-3439 - Néstor Herrera