Un sanjuanino contó cómo es su experiencia de vivir en Florianópolis en temporada baja
Imanol Martínez contó cómo es vivir en uno de los destinos más elegidos por los argentinos. La temporada baja transforma por completo el paisaje: bajan los precios, cierran comercios y las playas quedan casi vacías.
Mientras en el verano miles de turistas colman las playas de Florianópolis, en temporada baja la isla brasileña muestra una cara completamente distinta. “Después de Semana Santa, el último tirón fuerte de turistas, se vacía todo de un día para el otro”, explicó Imanol Martínez, un sanjuanino que vive en la ciudad y disfruta estos meses con otro ritmo.
Según contó, en los meses de temporada alta la población puede llegar a triplicarse. “En verano somos 3.300.000 o 3.500.000 personas, entre residentes y turistas. Pero después vuelve a la normalidad, que son unos 580.000 habitantes, según el último censo”, detalló.
El impacto en la economía local también es notable. “Me animaría a decir que el 70% de los locales gastronómicos cierran. Algunos abren solo los fines de semana, porque todavía viene gente del continente o del centro de la isla a pasear”, comentó. Además, muchas posadas, hoteles y restaurantes aprovechan para hacer remodelaciones o mejoras.
El descenso del turismo también se refleja en los precios. “Bajan abismalmente. Hoteles, restaurantes, todo cuesta hasta un 50% menos”, señaló Imanol. Y dio un ejemplo concreto: “Una caipiriña en temporada alta cuesta 40 reales, más de 8.000 pesos argentinos. Ahora la conseguís a 15 reales”.
A pesar del cambio de clima, los días siguen siendo agradables. “Hoy estábamos a unos 20 grados, con sol, ideal. Yo prefiero el invierno porque tenés la playa para vos solo. Antes no cabía una sombrilla, y ahora la tenés toda para vos”, afirmó. Sin embargo, advirtió: “Hay que tomar coraje para meterse al agua, porque está bastante más fría”.