Como lo había informado el secretario de Seguridad, Enrique Delgado al móvil de Canal 13, esta semana la Policía de San Juan comenzará a utilizar las 40 pistolas taser. La fuerza informó que la fecha de lanzamiento será el lunes 12 de mayo, tras la conferencia de prensa que encabezará este funcionario.

La conferencia de prensa será a partir de las 10 en la Sala de Conferencias de la Central de Policía de San Juan. Allí, el Secretario de Estado de Seguridad, junto al Jefe de la Policía de San Juan, Néstor Álvarez y el representante comercial de la empresa en Argentina, Ingeniero Maximiliano Buccello, darán detalles del funcionamiento de estas armas de baja letalidad y como serán aplicadas por los efectivos elegidos.

El miércoles 7 de mayo, Delgado había adelantado que las 40 pistolas taser serán asignadas a 15 efectivos varones y una efectivo mujer, que fueron previamente capacitados.

Para llegar al lanzamiento de estas armas de baja letalidad, la fuerza provincial llevó a cabo todo un protocolo que incluyó primero un procedimiento administrativo. El siguiente paso fue la definición de la forma en la que se utilizarán y la capacitación de los uniformados que saldrán con estas pistolas a las calles sanjuaninas.

Delgado indicó que las pistolas sirven para inmovilizar a las personas sospechosas durante los procedimientos que se realizan en la calle. “El uso se irá ampliando según lo disponga la jefatura de Policía, de acuerdo a las necesidades operativas”, amplió el titular de la cartera de Seguridad de la provincia.

Desde el momento en el que adquirieron las pistolas, las autoridades explicaron que servirán para complementar otras armas de baja letalidad con las que cuenta la fuerza, como escopetas o marcadoras, ya que el objetivo es contar con herramientas que permitan reducir situaciones de riesgo sin recurrir a armas letales.

Las taser son de un plástico muy resistente, cuenta con seguro, una batería y el cartucho. Además, el dispositivo cuenta con una opción de aplicar una mira a corta o a larga distancia, como así también la posibilidad de actuar como una picana, sin necesidad de disparar.

El procedimiento marca que los policías deben instar a que la o las personas desistan de su mala actitud y si no cumple con este pedido, finalmente, el Policía podrá disparar y reducir a quien esté cometiendo un delito.

La taser provoca una contracción neuromuscular que inmoviliza a la persona. Para lograrlo, el disparo expulsa dos pequeños arpones, conectados a cables conductores que inducen una descarga eléctrica al contacto con zonas musculares del cuerpo. Los disparos se deben hacer a sectores específicos como piernas, brazos, espalda o torso, donde hay suficiente musculatura para lograr inmovilizar al sospechoso.