“Escucho, pero no despido”: el reto viral que expone verdades laborales
Inspirada en otro trend popular de las redes, esta nueva dinámica propone que los empleados digan todo lo que callaron a sus jefes... con la garantía (ficticia) de que no serán despedidos.
Después del éxito de “escuchamos, pero no juzgamos”, llegó una nueva versión que se ha convertido en furor en redes sociales: “Escucho, pero no despido”. La consigna es simple y divertida: los empleados le dicen a su jefe todo lo que alguna vez pensaron en silencio, pero bajo una sola condición… no pueden ser despedidos. Al menos, no en el momento.
La dinámica es clara: frente a la cámara, y en tono humorístico, los trabajadores confiesan pequeñas “verdades” que nunca se animaron a decir. Desde críticas por exceso de tareas, bromas sobre reuniones eternas, comentarios sobre horarios, hasta revelaciones más osadas como “usé la impresora para mis cosas personales” o “me fui del Zoom y volví cuando ya había terminado”.
El resultado son videos llenos de sarcasmo, acting y situaciones reconocibles para cualquiera que haya trabajado en una oficina, un comercio o cualquier ámbito laboral. Los clips suelen acompañarse con el rótulo: “Escucho, pero no despido”, y lo que sigue es un desfile de “trapitos al sol” que divierten a miles de usuarios.
La tendencia se instaló con fuerza en TikTok, Instagram Reels y YouTube Shorts, donde cientos de videos ya acumulan miles de visualizaciones y reacciones. Parte de su atractivo está en la catarsis colectiva: decirle al jefe todo lo que uno nunca se animó… aunque sea en tono de broma.
Este tipo de contenido, que mezcla espontaneidad, humor laboral y una pizca de sátira, se volvió una forma de canalizar el estrés o los reclamos cotidianos en clave de risa. Incluso hay quienes adaptaron la dinámica para otros entornos: “Escucho, pero no corto” (para relaciones amorosas) o “Escucho, pero no te borro” (para amistades), demostrando que el formato tiene aún mucha tela para cortar.