Boca Juniors

A 10 años del triunfo de Riquelme sobre Maradona en las tribunas

El hincha de Boca se pronunció a favor de Román luego del conflicto que había protagonizado con Diego en la semana previa al 15 de marzo de 2009. La renuncia a la Selección abrió una grieta difícil de cerrar. Hubo banderas en apoyo y duras críticas al entonces técnico de la Albiceleste. La Bombonera volvió a hablar.
viernes, 15 de marzo de 2019 · 10:38

El 15 de marzo de 2009 no fue un día más para el hincha de Boca. Después de una semana en la que Juan Román Riquelme y Diego Maradona habían roto relaciones, el mundo del fútbol esperaba el veredicto del simpatizante xeneize. La elección no era sencilla: de un lado estaba su número 10, emblema del club y uno de los máximos ídolos de la historia. En el otro rincón se ubicaba el entrenador de la Selección Argentina, que no había tenido tanto protagonismo con la camiseta azul y oro, pero que se había convertido en un embajador de los colores. La Bombonera habló, como tantas otras veces. Y el dictamen contundente.

 

"Fue inolvidable. La gente me trató de una manera muy especial y esto no se olvida"

Como si fuera obra del destino, el rival en aquella tarde de domingo fue Argentinos. Sí, la cuna que los había visto nacer. Desde muy temprano se empezó a corear el tradicional “Riqueeeelme, Riqueeeelme….”, pero con una entonación muy particular. Mucho más enérgica que de costumbre y con tintes más afines a una manifestación que a un partido de fútbol. Si bien en los días previos ya se vislumbraba el apoyo a Román, nadie imaginó semejante respaldo. Y por sobre todas las cosas, las duras críticas a Diego.

 

Con el correr de las horas, las tribunas comenzaron a vestirse con banderas que dejaban en claro lo que se iba a vivir un rato más tarde. “Maradona por la boca muere”, se podía leer en la preferencial. “Riquelme ídolo de Boca. Maradona ídolo de la Selección y traidor. Román te amamos”, colgaba desde unos metros más arriba de aquel sector. “Que pena Maradona, te fuiste de Boca”, se expresaba desde la platea media. “Los códigos no se manchan”, afirmaba un trapo que colgaba desde una de las cabeceras. Y en el alambrado detrás de uno de los arcos se observaba: “Román es de Boca y de Boca nada más”.

 

Con el ingreso de los jugadores a la cancha llegó la primera gran ovación para Riquelme. Y en varios pasajes del partido, los hinchas explotaron de golpe y sin otro motivo más que dejar en claro que la decisión estaba tomada. Parecían gritos de guerra. También se escuchó el cántico en contra del equipo nacional, habitual cuando aparece algún conflicto de intereses: “La Selección, la Selección se va a la pu… que lo parió”. El único grupo que entonó en apoyo a Maradona fue el que se ubica en la segunda bandeja del lado de Casa Amarilla: “Diego, querido, La 12 está contigo”. Nadie respondió. Su palco estaba vacío.

 

 A 10 años del triunfo de Riquelme sobre Maradona en las tribunas

El encuentro pasó a un segundo plano. Los dirigidos en aquel entonces por Carlos Ischia habían sido campeones en el cierre del semestre anterior, al imponerse en el triangular con San Lorenzo y Tigre, pero no tuvieron un buen arranque de año. El triunfo por 3-0 sirvió para sumar de a tres en busca de la regularidad que se había perdido. Los goles fueron de Juan Forlín, Luciano Figueroa y Rodrigo Palacio, pero los flashes y los micrófonos apuntaron a Riquelme. No solo por su rendimiento, sino por la rotunda victoria en las tribunas.

 

 A 10 años del triunfo de Riquelme sobre Maradona en las tribunas

 

"Fue inolvidable. La gente me trató de una manera muy especial y esto no se olvida. La verdad es que no quiero hablar mucho más del tema, pero a medida que pasan los días me siento mejor. Es una decisión difícil, pero estoy seguro", expresó el mediocampista luego del partido. Además, agregó: “Mi familia está orgullosa después de la explicación que di y eso para mí es suficiente. Ahora quiero pensar solamente en Boca, en seguir ganando y darle alegría a la gente de mi club".

 

Del otro lado, Maradona lamentó en declaraciones radiales lo que se había vivido en la Bombonera. “Me dolió en el alma que alguien me haya calificado de traidor, pero no puedo hacer nada. Yo sé lo que le di a Boca, lo que lo quiero y esto a mí no me cambia. Siempre va a tener razón el jugador, porque es el que da satisfacciones al hincha. Yo estoy atado de pies y manos, porque no puedo jugar más. La gente tiene derecho de ponerse del lado que quiera. A Riquelme lo convoqué, pero quieren pensar otra cosa y yo tengo que seguir mi camino". En tanto, cerró: “Lo último que me pasaría en mi vida sería tener algún tipo de rencor con la gente de Boca”.

Fuente: TyC sports

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