EN LAS BUENAS Y EN LAS MALAS

Inseparables: la historia del amigo de Bilardo que lo apoya en su peor momento

Miguel Ángel es un hermano del alma de Carlos Salvador. Se conocen hace 40 años y se unieron más que nunca luego de que el "doctor" fuera diagnosticado con un extraño síndrome.
domingo, 30 de mayo de 2021 · 19:58

"En las buenas estamos todos. Todos festejamos juntos pero cuando hay que bajar al barro muchos no lo hacen". Esta frase describe perfectamente la amistad de Carlos Bilardo con Miguel Ángel Lemme, quien habló con Diario 13 para contar su historia. El fútbol hizo que se conocieran pero el cariño que se tienen logró que su relación perdurara por 40 años. 

El inicio se remonta a 1982. El "narigón" era el técnico de su amado Estudiantes de La Plata y estaba sumando refuerzos para encarar el Metropolitano. Uno de los puestos en donde necesitaba sumar un futbolista era en la saga central. Debido a esto comenzó a analizar algunos apellidos que encajaran con su forma de juego.

En ese momento no encontró lo que buscaba en la Primera División y comenzó a mirar en otras divisiones. En la Primera B, más precisamente en Tigre, había un joven que llamó su atención. Se trataba de Miguel Ángel Lemme. Era un típico jugador del ascenso que todavía no había tenido su oportunidad en la máxima categoría. 

"Nosotros nos conocimos en 1982, en el torneo Metropolitano de ese año con Estudiantes. Me llamó cuando yo pertenecía a Tigre, nos reunimos y me dijo que quería verme jugar. Tuvimos un partido amistoso contra un equipo de Japón. Ahí le gustó como jugué y me contrató por un año", recordó el propio ex futbolista.

De esta manera el defensor firmó con el "pincha" y se sumó al plantel que terminaría gritando campeón esa temporada. Luego de consagrarse, el "doctor" decidió irse por la puerta grande y no renovó contrato con el club de sus amores. Sentía que no tenía más para aportarle en ese tercer ciclo. Los caminos del aguerrido central y del estratega se separaban. Sin embargo en ningún momento perdieron el contacto porque ambos sentían que estaban en la misma sintonía.

El deporte volvió a cruzarlos recién 10 años después. El reencuentro se dio luego del exitoso paso del DT por la Selección Argentina, que tuvo su punto cúlmine con la obtención del Mundial de México 86'. En ese momento el entrenador se había hecho un nombre a nivel internacional y el Sevilla lo buscó para que dirija su equipo.

Para ese entonces su cuerpo técnico se había desarmado, por lo que necesitaba un nuevo ayudante de campo. Luego de pensarlo creyó que la mejor opción era su viejo amigo Miguel Ángel que ya había colgado los botines. Una vez tomada esta decisión se contactó con Lemme quien no dudó un segundo en sumarse.

En ese paso por España se toparon con Diego Armando Maradona con quien el ex jugador entabló una gran amistad. Se armó una gran familia en la que la hija de Bilardo y los hijos de Miguel Ángel compartían siempre tanto con Dalma como con Gianina. A partir de ahí ellos dos no se separaron más. Pasaron juntos por el fútbol de Libia, dirigieron a Boca Juniors y luego volvieron a Estudiantes en el 2003 para salvarlo del descenso. Ambos tenían una relación puramente futbolística.

"Tengo un cuadro con fotos de una navidad en donde ellos dos están con mis hijos en Sevilla. Estaban Dalma y Gianina también que eran chiquititas. También estaba Daniela que es la hija de Carlos. Son las cosas que uno vivió. Diego después me llevó a la Selección", rememoró.

Así fueron pasando los años hasta que Bilardo decidió alejarse del banco de suplentes y su amigo íntimo se recibió de técnico. Seguían frecuentándose en distintas canchas de fútbol hasta que a Bilardo le diagnosticaron una extraña enfermedad en 2017. Se trataba del síndrome de Hakim-Adams.

Esta complicación es provocada por un aumento de líquido cefalorraquídeo en las cavidades del cerebro. Los ventrículos aumentan de tamaño y crece la presión dentro del cráneo al comprimirse el tejido cerebral. Esto desencadenó en problemas neurológicos que lo hicieron terminar en las camillas de distintos hospitales. Sin embargo los profesionales determinaron que podía regresar a su hogar siempre y cuando los especialistas fueran a visitarlo diariamente.

Su familia no dudó en tomar esta opción para aliviar un poco la vida de Carlos. De esta manera, y más aún con la llegada de la pandemia, hoy en día Salvador no sale de su casa. A pesar del complicado panorama, Miguel en ningún momento pensó en abandonar a su hermano del alma. Él es una de las pocas personas que lo frecuenta en persona diariamente.

"De lunes a viernes lo veo. Vemos películas, escuchamos canciones y los chicos que están ahí le bailan. Vienen los kinesiólogos y otros médicos que le hacen algunos juegos con letras. Pasa el tiempo así con los pedicuros, manicuras, las peinadoras, la que le corta el cabello y los masajistas. Esta siempre ocupado", reveló.

Los dos amigos conviven permanentemente. Para pasar el tiempo escuchan canciones, ven series de Netflix y también miran películas de distintos géneros. No obstante algo que ambos disfrutan muchísimo son sus partidas de dominó. En esos enfrentamientos Bilardo sigue teniendo esa picardía que lo caracterizó en el fútbol. Si puede sacar ventaja de alguna manera lo hace, haciendo que ambos se maten a carcajadas.

"Cuando jugamos al dominó te mira las fichas. Cuando vos mirás para un costado él aprovecha y te las mira. Si no tiene la que necesita agarra otra. Toda la vida va a ser así. Siempre nos reímos y pasamos momentos muy lindos. La verdad que Dios me puso en el camino de Bilardo, Maradona, Messi y Grondona, don Julio, le guste a quien le guste ¿Qué más puedo pedir? Tuve la suerte de estar con los cuatro más grandes. Son hermanos que me dio el fútbol", expresó.

Otro pasatiempo que tienen es mirar fútbol, aunque a veces Bilardo se aburre y pide ver una película. Sin embargo hace algunos días mientras estaban viendo un partido surgió una pregunta incómoda. El "narigón" le preguntó a Ángel donde estaba Diego Armando Maradona. Es importante destacar que él nunca se enteró de la muerte del astro, ni de Sabella o del "Tata" Brown.

"La familia no quiere entorpecer la recuperación. No quieren amargarlo ni darle problemas. El otro día me preguntó por Maradona y le dije que no sabía dónde estaba ¿Qué le vas a decir? Por ahí le hacen mal esas cosas. Ya pasó y no hay vuelta atrás ¿Para qué le vas a amargar la vida buena que está teniendo ahora? Es lamentable lo que le pasó a Diego pero yo no quiero opinar porque no soy médico ni nada. A veces uno toma amigos que a lo mejor no son de verdad", manifestó.

Al apoyar este tipo de decisiones y estar siempre presente, tanto los hermanos como los hijos del "doctor" lo toman a Lemme como parte del "Clan Bilardo". Se ha vuelto una persona de suma confianza que se encarga de hacer más llevadera la vida de quien supo ser su técnico.

"Su familia es mi familia, así me lo hacen ver ellos. Esta relación no es de ahora. Siempre estuve con él, en todos los momentos buenos y malos. Estoy siempre al lado de él y voy a estar toda la vida. Ahora tiene kinesiólogos, hace bicicleta y lo llevan a caminar un poco a la cinta cuando tiene ganas. Dentro de todo gracias a Dios está muy bien". aseveró.

Finalmente este pilar para la familia del histórico DT campeón del mundo reveló que son pocos los que se quedaron a su lado. Contó que hay muchos que no piensan igual que él y sólo permanecieron en los buenos momentos.

"En las buenas estamos todos. Todos festejamos juntos, tomamos champagne o vino, pero cuando hay que bajar al barro y tomar agua, muchos no lo hacen. No los critico porque cada uno tiene su forma de pensar. A mí me criaron mis viejos para que camine por la vereda del sol, con la frente en alto y sin cagar a nadie. Si alguna vez te equivocaste vale pedir perdón. Es algo que se lo inculqué a mis hijos y ahora a mis nietos", sentenció.