Catamarca

Desfiguraron a una musulmana acusándola de ser “bruja”

Trató de dialogar con su vecina para que no le ofrezca drogas a su hijo, la m,ujer recibió una violenta respuesta por parte de un grupo de personas.
martes, 5 de febrero de 2019 · 20:54

Khadija (se pronuncia Hadiya) Ivana Escalante, quien profesa la religión musulmana, denunció ante las autoridades judiciales que este fin de semana fue víctima de un brutal ataque por parte de un grupo de personas que le propinó una feroz golpiza en la puerta de su casa. Aseguró que la principal agresora es una vecina, quien durante el ataque la trató de “bruja”, asegurando que le había “hecho un daño”.

El lamentable episodio sucedió el sábado último en el barrio 70 viviendas norte, donde la mujer habita junto a su familia desde hace seis años.

La mujer explicó que “todo comenzó porque este sábado me dirigí a la casa de esta mujer de apellido Segura para hablarla, porque continuamente, cuando mi hijo pasa frente a su casa, ella le ofrece cocaína y bebidas alcohólicas. Mi hijo tiene síndrome de Asperger (un tipo de autismo) y no puede consumir esas cosas por su condición, por lo que yo me acerqué para dialogar con ella pacíficamente. En ese momento, ella no se encontraba, solo estaba su suegra y quedé en regresar, pero pasada media hora me tocaron la puerta y era mi vecina. Yo abrí y se me abalanzó y me agarró de los pelos, me sacó para afuera y comenzó a darme golpes y patadas. Yo me cubría la cara porque padezco de una enfermedad en la vista, pero el ataque empeoró, porque llegaron más personas no sé de dónde.

A varios los identifico porque son sus hijos y familiares, pero otros llegaron en una camioneta. Eran un total de nueve personas dándome golpes en el suelo y esto duró como 20 minutos”, recordó compungida la mujer, agregando que durante ese lapso de tiempo también recibieron golpes su hijo de 8 años y su padre, que trataron de defenderla. Todo terminó con la llegada de la Policía y la huída de los agresores, explicó.

“La bruja oficial” del barrio

Khadija relató que su casa funciona como una capilla para personas que manifiestan su misma fe y es común que hombres y mujeres se acerquen a su domicilio a orar. “Son personas que hasta llegan desde distintas partes del mundo, pero los vecinos al ver a estos hombres con túnicas y barba larga y gorritos  y a mí con mi hijab (pañuelo con el que las mujeres musulmanas cubren su cabeza), no saben qué es lo que pasa y hablan de brujerías”.

“Mientras me pegaba esta mujer me amenazaba, me decía bruja y que no iba a dejarme que le haga ningún daño. Yo nunca llegué a dialogar con ella sobre el tema por  el que la fui a buscar”, aseguró.

Cruel paradoja

Khadija lamentó el hecho, al que lo atribuye a la ignorancia y el desconocimiento de la comunidad sobre la religión musulmana. “En el barrio, primero que soy la ‘bruja oficial’ y después tengo que escuchar constantemente que me griten cosas que van desde ‘tirabombas’, ‘terrorista’, ‘gitana’ o hasta ‘abuela de plaza de Mayo’.

Vengo trabajando desde hace tiempo con la delegación de Inadi y es lamentable que esto haya sucedido justamente ahora, cuando se celebra la Semana Mundial de la Armonía Interconfesional, fecha establecida por la ONU durante la primera semana de febrero de cada año, que tiene por objetivo impulsar el diálogo entre las personas que profesan distintas creencias religiosas para que aumente la comprensión mutua, la armonía y la cooperación entre las personas.

La causa fue denunciada oportunamente ante la Justicia y se encuentra en manos de la Fiscalía de Instrucción Penal Nº2, indicó la mujer, quien también manifestó su preocupación por la familia de su agresora, ya que “esta mujer es cocainómana y está a cargo de tres criaturas. Esos chicos deberían ser resguardados y tengo entendido que la casa que le otorgaron en el barrio es mal habida, porque debería ser destinada a personas con discapacidad”.

Fuente: El Esquiú

Comentarios

Otras Noticias