San Juan
Madre e hijo maestros: una vocación que se lleva en la sangre
Catalina Escudero y su hijo Blas Andrade son maestros. Ambos hicieron su carrera en zonas rurales y estuvieron en Banda Ancha, rememorando algunos de los mejores años de su vida.
"Si me muero y resucito, le diría a Dios que quiero ser maestra otra vez, de zona rural", así arrancó la entrevista con Catalina Escudero, una docente jubilada que fue la primer maestra de La Planta, en Caucete. Catalina, vino a Banda Ancha, acompañada por su hijo Blas Andrade y ambos, rememoraron las mil y un anécdotas de su paso por la escuela, en el Día del Maestro.
"Yo trabajé en la mejor escuela de todas, la Escuela República de Bolivia que queda en Marayes, 6 kilómetros al Sureste, en La Planta, Caucete", relató Catalina.
La ex docente relató cuándo fue la primera vez que vio un lingote de oro en la planta minera y describió cómo fue el primer encuentro con sus alumnos. "El maestro en la zona rural hace de todo, cura el empacho y la ojeadura", contaron entre risas Catalina y su hijo.
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