Para la inflación no hay pan duro

Por Daniel Tejada
Canal 13 San Juan

Lo hemos sostenido reiteradamente y volveremos a destacarlo cuantas veces sea necesario. Si algo hay que reconocerle a la gestión de Mauricio Macri es haber activado el INDEC después de varios años. Los números pueden seguir sometidos a discusión, su cálculo y metodología también. Pero al menos hay información mensual digna de analizar. Hacerlo en Argentina, vale doble.

Sin embargo, aquí se terminan las buenas noticias. Más allá del discurso optimista y buena onda del gobierno macrista, lo real es que la inflación apunta a terminar duplicando la previsión original del Presupuesto 2019. El "veranito" del dólar parece más atado al festival de tasas de interés y la histórica bicicleta financiera que a las liquidaciones del campo pampeano, aunque es real que algo está ingresando por esa vía.

Lo cierto es que los salarios siguen derrumbándose en cuanto a su poder de compra, más allá de las paritarias y las cláusulas gatillos. Como prueba de ello, basta citar al diario La Nación. Junio cerró con la mayor caída del año en ventas de productos de la canasta básica. Los números fueron especialmente negativos en lácteos, alimentos congelados y bebidas. Todos tuvieron bajas de dos dígitos.

La inflación sigue siendo la explicación de este fenómeno, que se traduce también en un incremento de la pobreza y la indigencia. Según el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, este año la pobreza terminará en un 35%. En 2015, según la misma institución, era del 29%. 

El 5% de incremento implica más de dos millones de pobres nuevos desde que arrancó la gestión de Cambiemos. Es dato, no opinión. Lo informó Eduardo Donza, investigador del instituto de la casa de altos estudios. Sería muy difícil imputarle una intencionalidad política, ¿no?

Los datos del INDEC dados a conocer este martes revelaron que el índice de precios al consumidor subió 2,7% en junio, con respecto al mes anterior. En mayo había sido del 3,1%. Es decir que se notó una desaceleración. Pero sigue siendo inaceptablemente alto, equivalente a la inflación anual de otros países de la región, como Chile.

En Cuyo la inflación de junio fue levemente inferior a la nacional, alcanzando el 2,6%. En los primeros seis meses del año, se acumuló una suba de precios del 22,4% a nivel país. 

En Cuyo fue del 21,7%. Pero el panorama se invierte cuando miramos los últimos 12 meses. La inflación anual acumulada de junio a junio fue del 55,8% a nivel nacional y del 56,9% en Cuyo.

Quedándonos en la región, por encima de esa suba de precios se ubicaron los alimentos, con el 63,4% y la salud, con el 68,7%. Ambos son valores cuyanos, por encima de los registrados en el promedio del país.

Lo podemos poner en otros términos para facilitar la comprensión, porque sabemos que hablar de cifras resulta árido y hasta aburrido. La comida que una familia compraba con 10.000 pesos en junio de 2018, hoy le cuesta 16.340 pesos. Ir al médico y comprar los medicamentos, todavía peor. No se ponga a sacar cuentas personales, porque los números no le van a cerrar. Para la inflación no hay pan duro, ni remedio tampoco.

JAQUE MATE