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La importancia del imprinting: un periodo crucial para prevenir problemas de convivencia en los perros

Es un lapso que va de las tres semanas a los tres meses y es fundamental para el resto de su vida. El conductista canino Roberto Bastianelli explicó en qué consiste y qué hacer o no hacer para influenciar adecuadamente a nuestros cachorros.
martes, 21 de junio de 2022 · 23:37

El periodo de imprinting es fundamental en la vida de los perros, un periodo de socialización, cuyas experiencias y vivencias lo marcaran por el resto de su vida. En contacto con Banda Ancha, el conductista canino Roberto Bastianelli explicó en qué consiste y qué hacer o no hacer para influenciar adecuadamente a nuestros cachorros.

“Sería comparable a esa etapa de nuestra infancia en donde tanto las experiencias positivas como negativas quedan impresas profundamente en nosotros”, ejemplificó.

Para comenzar es importante saber que esta tapa comienza en las primeras tres semanas a los tres meses de vida, “y se empieza con hisopos a estimular las almohadillas de las patas y empezamos a hacer que el perrito se acostumbre a que nosotros lo toquemos”. Es importante que también interactúe que personas de distintas edades.

“Empezamos a temprana edad a someterlo a ruidos fuertes como la pirotecnia, que salga a pasear con nosotros, que empiece a ver motos, bicicletas, autos y colectivos”, dijo y agregó, “ese entorno se le empieza a hacer familiar y el perrito aprende a convivir socialmente para evitar futuros problemas”.

También debe juntarse con otros perros, es crucial que estos nuevos amigos cuenten con buena salud, “los otros peritos tienen que estar vacunados y que no estar enfermos. Nunca llevamos a un perrito de esta edad a un lugar donde hayan fallecido perros por paruvirus y otras enfermedades”.

¡Los perros no deben estar encerrados! “Si perdemos el periodo de imprinting los perros tienen problemas con la pirotecnia, con las bicicletas, que se vuelven agresivos con los otros perros, con los niños y con otras personas”, esto puede ser decisivo para prevenir problemas de convivencia, ya sea interna o externa a la familia.