Corazón solidario: la historia de Vanina, la mujer que siempre está dispuesta a dar una mano

Con su libretita de anotaciones, Vanina Molina Dematrini pasó este martes por TardeTrece, con un aura especial. La energía de quien ayuda al prójimo sin mirar a quien. Mujer casada, madre de dos chicos, un joven de 21 y una adolescente de 14 años, que dedica parte de su tiempo a dar una mano a quienes más lo necesiten.  

Recientemente pudo conseguir una silla de ruedas para un pequeño de 8 años, Eric, que atraviesa una situación de salud complicada. “Por un glioma en la vía óptica diseminado, ha perdido su vista. Es un tumorcito que tiene en el cerebro, esta con quimio hasta ayer que le dio el alta en el Garrahan”, contó. Sin embargo mañana deberá partir a la provincia de La Rioja para continuar con otro tratamiento.

Pese a esta buena noticia, la familia pasa por un momento económico complicado, ya que no cuentan con un trabajo por la situación de salud del pequeño. “Estamos necesitando con urgencia pañales que están muy caros. Reciben una ayuda de $5.000 y estamos tratando de solventar este gasto urgente”; brindó el número de la madre, Valeria Ahumada (2646259022), para poder colaborar con pañales talle G.

Además, se encuentra a cargo de un chocolate para la comunidad warpe de San Juan y Mendoza para el mes de agosto y así poder llevarles una sonrisa a los pequeños en el día del niño. Se trata de unos 700 niños, “esta iniciativa, fue un pedido muy puntual, se unió el Padre Pepe Nieto que con su vocación de servicio nos ha brindado la posibilidad de llegar hasta el lugar porque es muy complicado el acceso”.

“Nuestro futuro depende de esos niños y estamos en el momento justo de poder sembrar para poder tener una nueva cosecha” dijo y agradeció la ayuda de un grupo de colaboradores que darán una mano para que ese evento sea una realidad.

No dejo de mencionar la ayuda que le brinda su familia que la acompaña, de los sanjuaninos que son solidaros además de subrayar la necesidad de visibilizar los casos que en algunas ocasiones, a la pobreza se le suma la enfermedad. “Es poder mirar a través de los ojos el alma de la otra persona y comprender que todos esos seres que andan, tiene necesidades y cargan mochilas”, expresó.