De Nápoles a Berlín: 5 nuevos museos para coleccionar

5 nuevos museos para coleccionar
lunes, 16 de julio de 2018 · 13:08

1. Abu Dabi: El nuevo Louvre

El emirato ya no es solo destino de diversión y parques temáticos: la inauguración del nuevo Louvre, el pasado noviembre, lo puso en el mapa cultural. El edificio es una joya en sí misma, diseñada por el arquitecto Jean Nouvel en la isla Saadiyat (la isla de la cultura abudabí, que tiene proyectados también un Guggenheim, el Museo Nacional Sheikh Zayed, de Norman Foster, y el Perfoming Arts Center de Zaha Hadid). Se distingue por la cúpula de acero de 180 metros de diámetro con un diseño filigranado que deja pasar la luz, representando los rayos del sol que atraviesan la copa de la palmera en un oasis.

 Un puñado de nuevas propuestas en Nápoles, Berlín, Dinamarca, Marrakesh y Abu Dabi para agregar a la lista de pendientes

“Árabe-galáctico”, lo definió The New York Times. El peso de la cúpula casi iguala al de la Torre Eiffel, pero lo más pesado fue la polémica durante la construcción y el millonario pago de Abu Dabi al gobierno francés para poder usar durante 30 años el nombre del Louvre. Además, durante una década -mientras el nuevo museo completa su propia colección- recibirá préstamos de una docena de instituciones francesas, incluyendo el Museo d’Orsay y el Pompidou.

Las obras de arte se exhiben en 23 galerías organizadas cronológicamente, incluyendo desde artefactos prehistóricos hasta creaciones del arte moderno. Una Biblia gótica, un Corán del siglo VI y una Torá de Yemen buscan probar su visión universal, así como algún desnudo discreto sorprendió donde pocos esperaban ver mármoles romanos semidesvestidos.

Isla Saadiyat. Abre sábados, domingos, martes y miércoles de 10 a 20. Cierra los lunes. La entrada cuesta 63 AED (17 USD) y se compra en el museo o en www.louvreabudhabi.ae

2. Marrakesh: Museo YSL

Abrió en octubre, en un edificio de fachada color ocre que abarca unos 4000 metros cuadrados y comprende un espacio de exposición permanente dedicado a homenajear la obra del estilista Yves Saint Laurent, así como una sala de exposiciones temporarias, una biblioteca de investigación con más de 5000 volúmenes, un auditorio, una librería y cafetería. El modisto francés se enamoró de Marrakesh a mediados de los años 60, en su primer viaje, y desde 1980 estableció allí su segunda residencia, en el Jardin Majorelle -villa de paredes azul cobalto con un jardín botánico que es una atracción turística en sí misma- junto con su pareja, Pierre Bergé.

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De terracota y piedra, cerámica y mármoles, todos materiales típicamente magrebíes, el edificio del museo recuerda a las esculturas cubistas pero también las texturas de las telas -en la forma de una puntilla armada con ladrillos- que utilizara el diseñador desde sus comienzos en la casa Dior.

La Sala Saint Laurent propone un viaje al corazón de la inspiración del estilista, exhibiendo clásicos como el vestido Mondrian, el smoking o la chaqueta Sahara. Son 50 modelos que se articulan en torno a temas como “masculino-femenino”, “África y Marruecos” y “viajes imaginarios”. Para garantizar la conservación, las prendas serán exhibidas en forma rotativa y acompañadas por una instalación audiovisual que revive el proceso creativo mediante croquis, fotos, grabaciones de desfiles y música. En el subsuelo una cámara de conservación controla la temperatura óptima para las piezas.

Rue Yves Saint Laurent, Marrakesh. De 10 a 18, salvo los miércoles. www.museeyslmarrakech.com

3. Billund, Dinamarca: Lego House

Construido en 1200 m2, cuenta con 25 millones de bloques Construido en 1200 m2, cuenta con 25 millones de bloques

Los ladrillitos más famosos tenían varios parques de diversiones, pero no un museo. La Lego House, que ahora cumple esa función, abrió el año pasado en el corazón de Billund, la ciudad natal de Lego en Dinamarca: se trata de un gran edificio, construido como una serie de nueve terrazas superpuestas y un poco desplazadas sobre una superficie de 12.000 m2.

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Allí se encuentran las atracciones cubiertas y espacios al aire libre: en total, unos 25 millones de bloques repartidos en seis Experience Zones. En la galería Masterpiece, se exhiben las obras maestras hechas con estos minijuguetes y la History Collection cuenta la historia de la compañía. El objetivo es que el visitante se sienta dentro de una gran casa hecha de Lego. En el centro del conjunto, la Lego Square (para la cual no se requiere pagar entrada) es una gran plaza que permite jugar libremente o detenerse a comer algo en uno de sus restaurantes.

Ole Kirks Plads 1, Billund. Entrada, 199 coronas danesas (30 dólares) para adultos, si se compra online, y 299 (46 dólares) en el lugar. www.legohouse.com

4. Berlín: Urban Nation

En Berlín, el primer museo del mundo en dedicarse al street art En Berlín, el primer museo del mundo en dedicarse al street art

El barrio Schöneberg de la capital alemana, favorito de la comunidad gay pero conocido también por sus bares, restaurantes y propuestas de ocio, asistió el pasado septiembre a la apertura del primer museo dedicado a la exposición y estudio del street art, el arte urbano contemporáneo.

“El museo imposible”, como se define a sí mismo, resume sus intenciones desde la fachada: los dos pisos, con paredes de siete metros de altura, están cubiertos por grandes paneles sobre los que los artistas pueden realizar murales y grafiti, y que se pueden remover para conservar dentro del museo o exhibir en otras partes de la ciudad. Urban Nation tiene una biblioteca con más de 5000 libros donados por Martha Cooper, la periodista estadounidense que documentó el nacimiento del street art en la Nueva York de los años 70.

Bülowstrasse 7, Berlín. De martes a domingo de 10 a 18. Entrada gratuita. www.urban-nation.com

5. Nápoles: Thomas Dane Gallery

Una filial italiana del clásico londinese Una filial italiana del clásico londinese

El galerista inglés Thomas Dane representa a varios de los principales artistas contemporáneos. Su galería es un clásico de Londres, pero desde este año decidió abrir nuevos caminos con su primer espacio en Nápoles, en el primer piso de Casa Ruffo, imponente edificio decimonónico en el barrio Chiaia. Una atmósfera neoclásica domina las cinco salas de exposición, las oficinas y el salón central de la nueva galería, cuya terraza tiene vista a la isla de Capri y la espléndida costa del Mediterráneo.

“Nápoles -aseguró el galerista- me parece fascinante y lo mismo les ocurre a muchos artistas. Es extraordinaria, se siente como Europa, pero también fuera de Europa, más exótica”. La galería abrió con una primera exposición de cinco artistas -Bruce Conner, Steve McQueen, Catherine Opie, Caragh Thuring y Kelley Walker-. Está muy cerca de las escaleras Massimo Troisi, homenaje al actor protagonista de Il Postino, que filmó aquí una de sus películas más populares.

Via Francesco Crispi 69, primer piso. Martes a viernes de 11 a 19; sábados de 12 a 19. Cerca de la estación Piazza Amedeo de Nápoles. www.thomasdanegallery.com

Fuente: La Nación 

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