HORROR

Macabro video de un femicida minutos antes de quemar a su víctima

Las cámaras del edificio de la mujer fueron claves para identificar al asesino que terminó carbonizando el cuerpo de la amante. El hecho sucedió en Córdoba.
jueves, 14 de mayo de 2020 · 16:02

Durante la tarde del miércoles, un hombre de 42 años quedó detenido tras ser acusado de estrangular a su amante, prender fuego el cuerpo y abandonarlo en un basural de barrio Villa Martínez en la ciudad de Córdoba. Luego de que el principal sospechoso confesara el crimen, los investigadores accedieron a las cámaras de seguridad del edificio donde vivía la víctima. Una secuencia muestra cómo trasladaba el baúl que utilizó para esconderla e incinerarla.

La historia comenzó el último domingo a la noche cuando Beatriz Karina Bustos (42) murió estrangulada en manos de su agresor, Fernando Coronel (40). La víctima mantenía una relación extramatrimonial con Coronel desde hace tiempo. Según publicó el Doce Tv, la pareja habría tenido una discusión en el departamentento de Bustos ubicado en Alto Alberdi, Provincia de Córdoba.

La discusión elevó la temperatura, lo que ocasionó que Fernando Coronel decidiera terminar con la vida de la mujer, luego la escondió en un baúl de madera. De esta forma el femicida se dirigió a un basural donde decidió quemar el cuerpo y abandonarlo en el lugar.

Reconstrucción del crimen

Según relataron los investigadores del caso a medios locales, Coronel compró una especie de baúl de madera al día siguiente del crimen y escondió el cadáver de su amante para luego bajarlo por el ascensor del edificio minutos antes de las 19 de ese lunes. En la oscuridad, con el baúl en la parte trasera de su auto, pasó por la casa de quien sería un expendedor de drogas del que Coronel era cliente usual. Antes, frenó en una estación de servicios y compró dos bidones con nafta.

Fue el "dealer" quien terminó de ayudar a la policía hacia el femicida, ya que le contó a un amigo que Coronel lo había llevado al extenso basural a cielo abierto emplazado en un predio del Ejército, ubicado en Aviador Valenti y Sargento Gómez, Villa Martínez, bajo la promesa de "tirarle unos pesos" para que lo ayudara a tirar ahí y quemar un baúl de madera donde supuestamente llevaba "un perro muerto".

Cerca de las 9 del martes, vecinos encontraron el cuerpo de la víctima, irreconocible por el daño del fuego. Si bien las primeras precisiones indicaban que se trataba de una joven de entre 10 y 13 años, el análisis de ADN permitió confirmar que se trataba de una mujer mucho mayor. Este dato permitió registrar las cámaras de seguridad apostadas en las inmediaciones del edificio donde vivía la mujer. De esta forma, los investigadores observaron cómo Coronel, con el barbijo obligatorio colocado, sacaba en la tarde del lunes un pesado baúl del ascensor para luego cargarlo en su auto.

Cuando el amigo del "dealer" se enteró que en ese predio habían encontrado el cadáver calcinado, este hombre no tuvo dudas de que todo se trataba de la misma historia. Pero no fue a la Policía ni a la Justicia. Su amigo le contó a otro, y así el dato llegó a oídos de los investigadores policiales. Esa misma noche, el cómplice quedó detenido e imputado por encubrimiento, pese a que no dejó de repetir que él siempre había creído que se trataba de un “perro muerto”. No tardó en señalar a Coronel como el autor del crimen.

De esta manera, el femicida fue detenido en su domicilio, en el barrio Carrara de Horizonte, en el sudoeste capitalino, donde vive con otra pareja. Mientras el acusado era trasladado al Establecimiento Penitenciario N° 9, de barrio Cáceres, alcanzó a decirle a la policía que él la había matado, que todo ocurrió en medio de una discusión “que se le fue de las manos” en la que la estranguló, según revelaron fuentes policiales a otro medio local.

A pesar de que esta “supuesta” confesión no tiene ningún valor legal, los investigadores aseguraron que no hace falta buscar a nadie más, que el caso fue esclarecido. Coronel, quien se dedicaba a brindar servicios de catering, fue acusado de homicidio calificado y femicidio, y el fiscal Ernesto de Aragón dispuso que toda la causa pasara a manos de su par de Violencia Familiar, Cristian Griffi.