OPINION

Juicio al paro docente

La jornada de protesta nacional en todos los niveles pone en el banquillo no al fondo de la cuestión sino a la forma, muchas veces corriendo el foco de la discusión.
jueves, 13 de septiembre de 2018 · 11:15

Por Daniel Tejada
Canal 13 San Juan

Es verdad. Cada vez que hay un paro docente, los chicos pagan los platos rotos del conflicto laboral que se trate. Habitualmente, tiene que ver con salarios. Pero también es cierto que este argumento se usa con una facilidad impúdica, cada vez que se busca desacreditar la protesta sindical. Entonces el asunto termina reducido a que los maestros perjudican a sus propios alumnos. Por lo tanto, los trabajadores de la educación son los responsables máximos del daño. Una falacia total.

Dicho esto, hecha la aclaración, vale entrar en otro debate que está atravesando transversalmente a la docencia e incluso a los estamentos estudiantiles de la Universidad Nacional de San Juan: ¿termina el paro siendo un arma de doble filo, que genera más oposición que respaldo social?

Se planteó la discusión muy seriamente con motivo de la toma del Complejo Universitario Islas Malvinas y luego se reteró con la toma del Rectorado de la UNSJ. El propio rector Oscar Nasisi, abanderado del reclamo contra el ajuste nacional, se opuso a la modalidad y pidió en cambio otra forma de manifestarse que genere más empatía social. Sabe el veterano dirigente universitario que las batallas se ganan, en buena medida, por presión de la opinión pública.

Este jueves asistimos a un paro nacional docente que atravesará desde el Nivel Inicial hasta las universidades, confluyendo CTERA, UDA y las dos CONADU. El motivo es no solamente justificado sino indispensable: resistir el ajuste presupuestario 2019, que viene parejo para todos los actores del sistema educativo. 

A los maestros les eliminan el Fondo de Incentivo, por ejemplo, librándolos a la suerte que corra cada uno según la provincia que le toque. Ya pasó con el Fondo Compensador. Nación se lo sacó de encima y lo terminó absorbiendo San Juan.

Nuevamente: es una protesta justificada. Arranca con la defensa de los conceptos salariales, pero incluye además el financiamiento para todo el aparato educativo, cuyo achicamiento ya se tradujo en un atraso crónico de las partidas para las universidades, del orden de los cinco meses al menos hasta agosto.

Pero se plantea, en el caso de los maestros y profesores de escuelas secundarias que cobran del Estado Provincial, una confrontación con el gobierno de Sergio Uñac que acaba de adelantarles en julio la segunda parte del aumento salarial acordado para agosto, y en agosto les sumó el primer desembolso de la cláusula gatillo. 

El Poder Ejecutivo local se siente con el legítimo derecho de poner cara de pocos amigos. Entonces operará el descuento del día no trabajado. No solo eso, también perderán el presentismo. En el bolsillo, la resta será de unos 2.000 pesos. Para cualquiera, un número pesado.

Los niveles de acatamiento en la provincia se han ido desgranando con el paso del tiempo. Llama la atención, porque los delegados que votan en el plenario de UDAP siguen resolviendo esta modalidad de protesta. Luego en el aula, la adhesión se relativiza de manera innegable.

Hecho contra hecho. Dato contra dato. El paro es legítimo, tanto como siempre lo fue. Herramienta de reivindicación de derechos en todo el mundo civilizado y democrático. También parece que se gasta, de tanto usarlo. O de usarlo con poca inteligencia.

JAQUE MATE

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