OPINION

El día que Chimbas se convirtió en cábala

Dejó una revelación el precandidato presidencial Alberto Fernández al pasar por el populoso departamento, con Néstor Kirchner como protagonista.
lunes, 24 de junio de 2019 · 11:06

Por Daniel Tejada
Canal 13 San Juan

Por el orden natural de las cosas, quedó titulado que Alberto Fernández abrió en San Juan su campaña por el interior del país, de cara a las elecciones presidenciales 2019. Sin embargo, en un segundo plano, el precandidato del Frente de Todos hizo pie en Chimbas, donde reveló una anécdota que no había trascendido hasta ahora.

El pasado jueves 20 de junio, Día de la Bandera, Fernández regresó a Chimbas después de 17 años. Había pasado por ese territorio en 2002, con su característico bajo perfil de operador político, secundando al entonces gobernador santacruceño Néstor Kirchner, que empezaba a tejer su carrera presidencial todavía muy lejos del apoyo duhaldista.

Era de noche y el patagónico, acompañado por su armador y futuro Jefe de Gabinete, llegaron al departamento de Pepe Camacho. El enérgico intendente que había organizado un acto militante al aire libre. Estuvo también por ahí el actual secretario de Ciencia y Tecnología, Tulio Del Bono. No había muchos dirigentes más, en lo que por aquellos días se denominaba "La Corriente". Era una minoritaria expresión que impulsaba a Kirchner, casi como una excentricidad de la política.

Fernández guardó en la retina esa imagen, porque fue el lanzamiento de campaña de Néstor en el interior del país. Ahí, en Chimbas. Lo dijo él mismo, el pasado jueves en el palco oficial junto al intendente Fabián Gramajo, mientras veían pasar a las escuelas y fuerzas de seguridad con las banderas argentinas.

Convertido abruptamente en candidato presidencial, muy lejos del bajo perfil de todo operador político que actúa al resguardo, detrás de bambalinas, Alberto regresó a Chimbas e inmediatamente sintonizó aquel recuerdo, casi como una cábala en el primer paso de una extenuante campaña federal que recién comienza.

Sabía que Gramajo, su anfitrión, había ganado por holgado margen en las elecciones del 2 de junio. Le preguntó el número exacto y el intendente le contestó con su 76%. "Tremendo", contestó Fernández textualmente. Ratificó entonces esa certeza de estar en un "departamento peronista". La gente se lo hizo sentir también, como en el 2002.

Veterano en el arte de armar políticamente, el dirigente sabe que la construcción posible es así: desde los municipios a las provincias y finalmente lo nacional. Piramidalmente, voto por voto. En los distritos más amigables y en los otros también. Hasta que llegue la hora de las urnas el 11 de agosto. Esa noche recién se sabrá a ciencia cierta en qué lugar está su fórmula con Cristina, medida frente a frente con Mauricio Macri y Miguel Pichetto.

Fernández preguntó por Camacho, el kirchnerista fundador de San Juan. Recordaba su partido, Movicom, por la juguetona semejanza con la vieja empresa de telefonía celular. Le contaron que el hijo de Pepe, Mauricio, es funcionario de Cambiemos. Puno final.

Minutos antes, en conferencia de prensa, había comparado la Argentina que le tocará gobernar si gana las elecciones, con aquella de 2003 que tomó Néstor. Citó las mismas frases de Kirchner, al decir que las familias argentinas ya pagaron suficientemente el costo de la crisis y que no tienen margen para sufrir más ajuste. Que hay que fortalecer el poder adquisitivo de la clase media, para reactivar el consumo y despabilar al aparato productivo.

La referencia permanente al fallecido presidente estuvo durante toda su visita a San Juan. Pero fundamentalmente en su paso por Chimbas, el municipio fetiche de dos candidatos peronistas, con 17 años de distancia.


JAQUE MATE
 

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