Relato estremecedor

La pesadilla de una sanjuanina acosada por un "remisero psicópata"

Durante meses, la mujer recibió llamadas, mensajes y hasta fue vigilada por un hombre. El domingo aparecieron pintadas en la puerta de su domicilio. El sujeto ya fue detenido.
martes, 22 de diciembre de 2020 · 11:45

Juliana González es una joven mamá que vivió meses de terror, amenazada y acosada por un remisero. Todo comenzó en el mes de junio, cuando la mujer lo contrató para que le hiciera de delivery y para algunos viajes personales. 

La mujer es pastelera y el sujeto le llevaba las tortas, desayunos y demás productos que le encargaban a sus clientes. Sin embargo, de un momento a otro, hubo una situación que generó un quiebre en la relación laboral que mantenían y así comenzó su calvario. 

Un día, el remisero, identificado como Julio Rosales, le pidió dos tortas a la mujer que luego se negó a pagar. Ante el insistente reclamo de la damnificada, el sujeto se hizo el desentendido y comenzó a insultarla, amenazarla, acosarla y hostigarla, según contó Juliana al diario de Canal 13. 

Anteriormente, el hombre había tenido raras actitudes con la mujer. La había invitado en una oportunidad a la Difunta Correa y a otros lugares, pese a que la mujer aseguró que tenían una relación estrictamente laboral.

Tras estos episodios, la mujer decidió cortar relación con el hombre y él también bloqueó todas sus líneas de contacto, tanto Whatsapp como redes sociales, dijo. Sin embargo, al poco tiempo, Juliana contó que comenzó a recibir llamadas de números privados varias veces al día y le mandaba mensajes de texto insultándola. La damnificada llegó a recibir hasta 60 llamadas por día, pero dijo que cuando respondía no le contestaba nadie. Y al escuchar los mensajes de voz, oía "sonidos de películas pornográficas". 

Como si esto fuera poco, comenzó a recibir la visita de la Policía en su casa ya que el sujeto denunciaba que tenía a sus hijas abandonadas, que en el lugar habían fiestas clandestinas o violencia de género, según contó a este medio. 

Posteriormente también recibía mensajes de texto en su teléfono con insultos y agresiones, hasta que descubrió que se trataba del taxista. En uno de los tantos mensajes, el sujeto le envió un número de teléfono que coincidía con el de él, comentó la damnificada. 

Al descubrir esto, Juliana radicó la denuncia en el Primer Juzgado Correccional, aunque anteriormente ya había denunciado en el Juzgado de Faltas las constantes llamadas y mensajes que recibía, como así también las visitas de la Policía por falsas denuncias. 

A pesar de las denuncias, el acosador no desistió y doblegó el calvario de la víctima. Rosales, comenzó a merodear por el barrio de la mujer y la vigilaba desde una calle frente a su balcón, detalló la mujer. Desde allí le hacía cambio de luces, le mandaba mensajes contándole los movimientos que se veían en su casa e incluso lo que hacían sus hijas, dijo. 

Nuevamente, aterrorizada por la situación, la mujer hizo otra denuncia, esta vez en la Comisaría 27°. Allí le pidieron que dejara su teléfono celular para ser peritado. El aparato estuvo casi un mes siendo investigado por los peritos, dijo la joven mamá. Es por ello que comenzó a usar el celular de su hija. 

Al cabo de unos días, Juliana recibió nuevamente insultos y agresiones vía mensajes pero esta vez en el celular de su hija. Incluso, llegó a acosar a la menor, aseguró la denunciante. 

Ante esta situación, la mujer realizó otra denuncia y consiguió que le impartieran una orden de restricción perimetral al acosador.

Sin embargo, el sujeto hizo caso omiso a la orden judicial y continuó acosando a la víctima por teléfono. Hasta que el domingo pasado, la situación se volvió la peor pesadilla. 

Juliana, contó que el frente de su edificio en el barrio FUVA amaneció con pintadas y agresiones, tal como se puede apreciar en las fotos publicadas por la mujer en las redes. 

Al ver esta situación, la mujer entró en crisis y acudió a pedir auxilio a la policía nuevamente. Tras esta denuncia, consiguió una custodia policial en su edificio, ya que sus vecinos también se sentían atemorizados por el acoso de este remisero, contó. Además, optó por escrachar al acusado en las redes sociales para alertar sobre la situación a otras personas. 

Luego de todas estas denuncias y de hacer público su caso, el remisero acusado, Julio Rosales fue detenido y se encuentra a la espera de que la Justicia resuelva su situación. 

Por su parte, Juliana se encuentra con tratamiento psicológico. Aseguró que esta situación le ha provocado ataques de pánico y sus hijas están muy sensibles. 

Pese a que el hombre ya fue detenido, Juliana sigue con temor. "Este tipo tiene antecedentes penales. Estuvo preso en el penal y ahora esta alojado en la Comisaría 27°", dijo la mujer.  

"Este calvario tuvo más de 11 denuncias y recién ahí me han dado bola. Lo ha tenido que hacer público", comentó la mujer. Dijo que no fue fácil tomar la decisión de exponerse en busca de conseguir resguardo y ponerle fin a esta pesadilla. 

Luego de publicar su caso en Facebook, muchas mujeres comentaron que habían sufrido situaciones similares con este hombre, según relató la víctima. Además, recibió el apoyo de muchas personas desconocidas como así también de taxistas que salieron a despegarse de este tipo de actitudes y ofrecieron sus servicios. 

Durante la jornada del lunes, Juliana declaró ante la Justicia y ahora espera que tomen cartas en el asunto contra su acosador. "Nunca me había pasado algo así. Tengo miedo y espero que se haga Justicia. El tipo es un psicópata, debería estar internado. Ahora está preso, pero le va a agarrar más odio", dijo. 

Por último, Juliana pidió más seguridad para poder tener una vida tranquila