Una mochila pesadísima

Por Daniel Tejada
Canal 13 San Juan

Este domingo 28 de abril quedó habilitada nuevamente la campaña provincial para las elecciones del 2 de junio, las que valen, las que definirán la reelección de Sergio Uñac si se repite la tendencia del 31 de marzo y todo el mapa de municipios además de la conformación de la próxima Legislatura.

Es verdad, a nivel provincial quedó el reparto de fuerzas marcado con una polarización entre Uñac y la principal fuerza opositora, que sigue siendo el basualdismo heredado por Marcelo Orrego, aunque en un segundo escalón muy distante. Sin embargo, entre ambos espacios podrían acentuar la tendencia dejando todavía más escuálidos los guarismos hacia los candidatos de las otras minorías, como Martín Turcumán, Nancy Avelín, Gustavo Fernández y el restro.

Uñac jugará a apretar el acelerador en tres distritos que en principio se presentaban complejos para el justicialismo y asociados: Capital, Santa Lucía y Rivadavia, el eje Este-Oeste urbano, que parecía más afín al macrismo expresado por sus dirigentes provinciales. Las primarias atenuaronese temor previo.

En Capital, el Frente Todos arrasó con una potente interna entre el actual intendente Franco Aranda y el ministro Emilio Baistrocchi, quedando este último, debutante en una candidatura, como el más votado incluso por encima del principal rival de la oposición, el insistente Rodolfo Colombo, hoy funcionario de Cambiemos. No está todo dicho, pero Uñac tomó la decisión de abrir la campaña en la ciudad, como un fuerte gesto político.

En Rivadavia ganó el actual gobernador y los tres precandidatos del Frente Todos sumaron votos suficientes como para amenazar la continuidad del intendente basualdista Fabián Martín. Ahí el desafío peronista estará en conservar todos los sufragios sin filtraciones. Una luz amarilla debió leerse el 31 de marzo: hubo bastante voto cruzado, de electores que pusieron la Boleta de Uñac junto a la de Martín. Ese corte podría achicarse, mantenerse o aumentar. La aclaración obvia sirve para poner sobre la mesa un asunto clave.

Santa Lucía parece el distrito donde concentrará toda su artillería el intendente Orrego, por doble razón: fue el único en que le ganó a Uñac en la categoría a gobernador y también fue el único en el que su candidato a intendente, su hermano Juan José Orrego, le sacó una diferencia holgada al justicialismo. No podrían permitirse la derrota en ese bastión al que llegaron en 2011 y desde donde construyeron la sucesión de Roberto Basualdo. 

Aún cuando el resultado electoral de 2019 sea magro para ellos, la peor hipótesis de los Orrego sería la caída de Santa Lucía. En plan de supervivencia, el intendente volvió a tomar distancia de Cambiemos el jueves pasado en el móvil de Canal 13. Todavía no rompió de manera explícita. Sigue manejando los tiempos. 
Sin embargo, si hay una sustancial diferencia en esta segunda campaña, es que arranca con un pesimismo social y un rechazo al macrismo en niveles récord, de difícil remontada. Más que antes aún, la mochila será pesadísima.

JAQUE MATE