OPINION

Con las alas cortadas

La revolución de los aviones pasó de largo y ni siquiera amagó con pedir pista en San Juan. La coyuntura económica además le puso pausa a los planes de las low cost. Malestar uñaquista.
lunes, 22 de julio de 2019 · 12:00

Por Daniel Tejada
Canal 13 San Juan

Aerolíneas Argentina y Austral, o sea, las dos caras de la misma moneda. Eso y tres vuelos diarios, todos con Buenos Aires y solamente con Buenos Aires. Así se puede sintetizar un resumen práctico de la conectividad aérea que tiene San Juan actualmente y que arrastra en el tiempo, con épocas levemente mejores y otras bastante peores. 

Es un ancla difícil de levantar si la política de aeronavegación continúa liberada a la rentabilidad de las empresas, es decir, a su conveniencia que lógicamente no tiene en consideración la mirada estratégica del desarrollo. Tampoco cabría imputarles esa responsabilidad a las firmas privadas. Es, a todas luces, competencia del Estado.

Ahora bien, bajo las condiciones actuales, el Domingo Faustino Sarmiento seguirá siendo una apacible terminal, muy alejada de la congestión características de sus pares. ¿Es demasiado comparar nuestro aeropuerto con El Plumerillo y tenerlo como referencia? ¿Acaso la sombra del hermano mayor mendocino es muy grande, de tan cerca que se encuentra uno del otro?

Justo es reconocer que el gobierno nacional, a través del Ministerio de Transporte, está llevando adelante la remodelación y ampliación del Domingo Faustino Sarmiento. Allí el ajuste del gasto no se ha notado. La pista ya fue reinaugurada y los trabajos en el edificio central marchan al ritmo previsto. No debería ser un dato para destacar pero lo es cuando se compara con el cuasi abandono de la Ruta 40, obra rescatada con fondos provinciales y cuya deuda no saldada todavía es motivo de conflicto.

Pero el aeropuerto va. Sin embargo, la revolución de los aviones que declama el presidente Mauricio Macri apoyado en su mano derecha de Transporte, Guillermo Dietrich, pasó de largo y ni siquiera amagó con pedir pista en San Juan. Lo dijo la ministra de Turismo, Claudia Grynszpan, aquí en Canal 13 con un tono inusual en ella, con visible molestia y hasta una cuota de frustración.

Liberado el mercado, las líneas aéreas van eligiendo lo que les resulta más rentable. Las low cost se suman a trayectos que ya están lo suficientemente cubiertos por las compañías grandes. De esta manera, siguen sumando vuelos Buenos Aires, Córdoba, Salta y Mendoza. Son los cuatro destinos que inventarió la ministra Grynszpan, al igual que sus colegas del resto de ls provincias relegadas.

"Necesitamos políticas de descentralización", imploró la funcionaria uñaquista, en una clara referencia a lo que planteábamos más arriba. No se puede esperar de las empresas privadas lo que solo puede resolver el Estado. Esto es, un desarrollo federal del mapa argentino, donde el transporte aéreo debe convertirse en palanca de crecimiento. 
Para ello son necesarias políticas de estímulo diferentes. Porque, a la vista está, si las condiciones para llegar a Mendoza o a San Juan son idénticas, entonces no hay mucho que pensar. Gana el destino grande. No se trata de reeditar el odioso clásico de la rivalidad cuyana. Porque la misma situación se repite en la mayoría de las provincias.

Un punto más marcó la ministra Grynszpan como obstáculo para San Juan y se trata del difícil momento que atraviesa la economía nacional, que les pegó de lleno a las low cost. Avianca Argentina acaba de presentar su concurso de acreedores ante la Justicia. Norwegian y Flybondi dejaron sus planes en suspenso hasta que aclare el panorama. Los costos en dólares se dispararon para todas. Las cuentas que hicieron originalmente, sus planes de inversión, se fueron al demonio con las reiteradas devaluaciones.

Nuevamente, la única salida parece una decisión política. Hasta entonces, seguiremos con las alas cortadas.


JAQUE MATE
 

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