Entusiasmo vs inflación: pagar una fiesta para el 2023, sin saber cuál será el precio final

El día en que una persona celebra un evento es un día repleto de júbilo. Sin embargo, todos saben que detrás de esa jornada de fiesta hay un gran sacrificio de la familia. Cumpleaños de 15, casamientos, cumpleaños de 40,50 y 60, aniversarios y egresados, son todas costosas. Esteban Vázquez, un empresario sanjuanino dedicado a la organización de estos eventos contó en Tarde Trece que a las personas que los contratan no les pueden dar con un año de anticipación el costo final, pero que a pesar de ese contexto deciden seguir adelante igual, pero con cambios.

El empresario contó que hay padres que ya están pagando el cumpleaños de 15 de su hija para el año que viene, aun habiendo sido notificados con anterioridad de que el precio final puede variar hasta un mes antes del evento.

Así también sucede cuando hablamos de nuevas tendencias como fiesta de celebración de 40, 50 y 60 años de vida. ‘La gente después de la pandemia, con lo que subió todo por la inflación no dejó de festejar, dejó de invitar tanto’, apuntó Vázquez, quien luego señaló que antes de que el coronavirus irrumpiera en el mundo, la media de invitados por fiesta era de 300 y ahora es de 120. Este último dato se hace notar más que nada en cumpleaños de quince donde los padres deciden que los amigos y amigas de su hija asistan después de cena.

‘Fue un empezar de nuevo’, puntualizó el empresario en Canal 13, asegurando que tras las habilitaciones tuvieron que reclutar nuevos profesionales, ya que los que tenían se fueron yendo a otros sectores en búsqueda de trabajo en medio de las restricciones. Fotógrafos, camarógrafos, dj y otros trabajadores se mudaron de rubro para buscar su sustento económico.

Otro aspecto que les fue muy perjudicial a este sector de empresarios sanjuaninos es el de las suspensiones de eventos que ya estaban señados, y que por las distintas etapas de confinamiento en el 2020 y 2021 no se pudieron realizar. En la mayoría de los casos los clientes prefirieron hacer la fiesta antes que la devolución de su dinero, lo que representó más que un costo cero para estos empresarios, una pérdida por los embates de la inflación.