Continúa el debate de si realmente funcionan los sistemas anti-tormentas
Héctor Bustamante, subsecretario de Desarrollo Sustentable de la Secretaría de Ambiente, habló en Diario 13 sobre los cuestionamientos éticos que rodean a estas tecnologías.
El uso de sistemas anti-tormentas para prevenir la caída de granizo sigue siendo objeto de debate en San Juan. Héctor Bustamante, subsecretario de Desarrollo Sustentable de la Secretaría de Ambiente, dialogó con Diario 13 sobre la historia, la efectividad y los cuestionamientos éticos que rodean a estas tecnologías.
“El debate tiene más de 200 años”, dijo. "Hay investigaciones sobre estos sistemas, pero ninguna ha demostrado que realmente puedan evitar el granizo, y mucho menos disipar las nubes bajo conceptos técnicos claros", expresó Bustamante.
Existen dos métodos principales utilizados para mitigar los daños del granizo: los cañones antigranizo y la siembra de nubes. De este modo señaló que: "Los cañones funcionan con ondas sonoras. Se produce una explosión de acetileno en una cámara que genera vibraciones acústicas. En teoría, estas vibraciones impiden que el granizo se forme o, si se produce, reducen su tamaño", explicó el subsecretario.
Sin embargo, aclaró que el concepto de usar sonido para disipar nubes es muy antiguo y carece de evidencia científica sólida. "Hace 300 años, un rey de Francia ordenaba disparar a las nubes para evitar el granizo, pero era una práctica sin sustento técnico".
El otro método, conocido como siembra de nubes, implica el uso de aviones para dispersar partículas en el aire. "Se trata de esparcir esquirlas que actúan como núcleos de condensación. La humedad en el cielo se adhiere a estas partículas, precipitando agua antes de que la nube alcance alturas donde pueda formarse el granizo", señaló Bustamante.
El uso de estos sistemas también plantea un debate ético. "No puede existir un mecanismo que, por voluntad de alguien, decida si llueve o no en la provincia. Interferir con un proceso natural, ya sea para evitar el granizo o hacer llover, altera el ciclo natural", afirmó Bustamante. En San Juan, estas tecnologías no están permitidas debido a la legislación vigente, a diferencia de Mendoza, donde se utilizan aviones para sembrar nubes. "En nuestra provincia, cualquier método que interfiera con el ciclo natural no puede aplicarse. Es una cuestión de principios y de respeto por los procesos naturales", concluyó.