OPINION

Una nube negra sobre Cambiemos

La Unión Cívica Radical festejó como si fuera una victoria haber convencido a Mauricio Macri de retroceder. El partido histórico hace rato viene relegado a un rol secundario. En un momento de debilidad del presidente, ganó la necesidad.
jueves, 11 de octubre de 2018 · 11:15

Por Daniel Tejada
Canal 13 San Juan

Fue una verdadera curiosidad de la política. La Unión Cívica Radical festejó como si fuera una victoria haber convencido al presidente Mauricio Macri de retroceder. Sacaron del tarifazo la cuota para cuidarles la rentabilidad a las empresas de gas, por la devaluación brutal que sufrimos todos los argentinos.

Las energéticas igualmente tendrán esa compensación en retrospectiva, como ninguna otra empresa o ciudadano argentino, que tuvimos y tendremos que afrontar la catástrofe económica como podamos, como nos salga.

No serán los usuarios los que debamos pagar la compensación en la boleta del gas, será el Estado. Pero igualmente las empresas embolsarán una renta súper-extraordinaria, de un presupuesto que solo conoce de recortes y ajustes para todos y todas.

¿Entonces qué festejó la UCR? El partido fundacional de Cambiemos, en el mapa de relaciones internas de la alianza gobernante, hace rato viene relegado a un rol secundario. Es el elenco que rodea a los actores protagónicos, todos salidos de la usina del PRO o de cuadros gerenciales del sector privado. 

"Lo logramos, el radicalismo consiguió frenar la suba retroactiva del gas. El Estado se hará cargo del monto extra", tuiteó el senador chaqueño Ángel Rozas. En otras palabras, le torcieron el brazo al mismísimo Macri, que apenas unas horas antes había ratificado por enésima vez que era decisión tomada.

Después algunos intentaron disfrazar la postura presidencial y encapsular en el secretario de Energía, Javier Iguacel, la marcha atrás. Pero lo cierto es que el funcionario de segunda línea nunca actuó en soledad, sino que fue consecuente con una política tarifaria que desplegó Cambiemos desde el primer día de gestión, con el CEO de Shell Juan José Aranguren como autoridad oficial.

En consonancia con el radicalismo nacional, el presidente de la UCR de San Juan, Eduardo Castro, también se sumó al clamor públicamente. "Es una medida socialmente injusta", dijo el diputado provincial en Banda Ancha. Una creativa manera de imputarle al macrismo puro falta de justicia social. Claro que haberlo dicho de esa manera, hubiera sonado peronista.

Nota al margen sobre el mutis de Elisa Carrió y su tropa, más ofendida por el cortocircuito con el ministro Germán Garavano que por las tarifas.

Hasta aquí, parecería que los radicales tuvieron el poder de fuego suficiente como para maquillarle la medida de privilegio al presidente para con las empresas de gas. Pero sería una mirada incompleta. Porque lo real es que el arco opositor completo confluyó en torno de la misma postura y había pleno acuerdo en que esa resolución debía ser derribada en el Congreso Nacional.

En todo caso, lo que consiguió el radicalismo fue darle al presidente una vía intermedia, como condición para evitar la ruptura en el Parlamento. El eventual quiebre con la UCR sería equivalente al desguace del bloque en ambas cámaras. No se ve en el horizonte que pueda ocurrir, porque está el 2019 por delante.

La fuerza conducida por el mendocino Alfredo Cornejo ya decidió seguir detrás del PRO en términos electorales, sin candidatos propios competitivos. La alternativa es Macri, aunque con la pretensión interna de que haya un gobierno de coalición. Es decir, que los roles se distribuyan con mayor horizontalidad.

Las encuestas, a un año de las urnas, ponen al presidente en situación de fragilidad y de buscar todos los acuerdos posibles. Todavía una eternidad por delante. Y varios nubarrones por atravesar.


JAQUE MATE

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