En peligro

El drama en carne propia: viven con sus hijos en una casa con peligro de derrumbe

A cuatro meses del terremoto de enero, Melisa, su marido y sus dos hijos piden ayuda. "Las dos habitaciones están apuntaladas con un palo y atadas con alambre", manifestó la mamá.
jueves, 13 de mayo de 2021 · 10:06

A casi 4 meses del terremoto del 18 de enero en San Juan, una familia sanjuanina atraviesa por un verdadero drama. Viven en una casa a punto de derrumbarse y denuncian que reciben agresiones por parte de la persona que les alquila.

“Alquilo hace 5 meses y la casa no está en condiciones para ser habitada. Esta apuntalada en varias partes y he sufrido agresiones del señor que me alquila. Lo que quisiera es una audiencia con el señor Gobernador que me pueda escuchar y brindarme su ayuda”, dijo Melisa Gutiérrez, quien vive con su marido y sus dos hijos.

La vivienda se encuentra ubicada en calle Colón y Roque Sáenz Peña en Santa Lucía. “Quiero que vean en las condiciones que vivo. Con el terremoto la casa se ha agrietado en la cocina el comedor, las dos habitaciones están apuntaladas con un palo y atadas con alambre. El comedor esta apuntalado con dos palos”, describió la mujer.

Además, relató que sufrió agresiones por parte de la parte de la persona que le alquila la casa. “Este señor vino con el hijo y con agresiones nos pidió que nos retiremos del lugar porque él iba a tener problemas. La dueña de esta casa es una abogada. El hombre vino a gritar y a señalar. Vino a agredir, a gritar y decir palabras que como persona adulta yo no las diría”, comentó.

Desesperada por la situación, la mamá busca ayuda para poder conseguir un nuevo hogar. “No tengo donde ir pero tendré que buscarlo porque estar acá ha traído muchos problemas”, dijo. “Lo que yo quiero es vivir tranquila como toda persona. No quiero vivir agredida ni que me dejen vivir en 4 paredes. Que me digan que no salga a la puerta”, agregó.

“En el lugar donde he estado antes venía gente de la calle a entrar a mi domicilio y nadie me daba una solución. Lo único que me decían es que si no me gustaba el lugar que me retirara. La idea era vivir tranquila. Yo estuve pagando los impuestos y el alquiler”, señaló.