JAQUE MATE

Así en la cancha como en el escritorio

Metáfora futbolera para describir el puntapié inicial de la campaña 2023. Uñac se lanza como candidato con una presentación judicial opositora que pretende bloquearlo.
lunes, 19 de diciembre de 2022 · 10:30

'Los partidos se ganan en la cancha, no en el escritorio', disparó en jerga futbolera el secretario de Ambiente, Francisco Guevara, apenas supo de la presentación judicial de Juntos por el Cambio para bloquear la candidatura de Sergio Uñac. Sin embargo, el escritorio siempre puede definir. Sobran los ejemplos en el fútbol y en la política también. El escritorio ya tiene un lugar protagónico en la campaña 2023.

Curiosamente, no fue sorpresa para nadie. La única intriga que existía en el oficialismo uñaquista era quién le pondría la firma a la controversia judicial. Quién haría punta. Podía ser un opositor o podía ser uno de los propios. De hecho, el giojismo viene militando hace tiempo la misma interpretación constitucional que Juntos por el Cambio. Le cuentan a Uñac como primer mandato el que desempeñó como vice entre 2011 y 2015. Bajo esa perspectiva, en 2023 cumpliría los tres periodos consecutivos y estaría impedido de ir por otra reelección.

Por supuesto no es la mirada jurídica del uñaquismo, que exige contar como primer mandato a partir del 10 de diciembre de 2015, cuando efectivamente Sergio asumió como gobernador. Desde ese enfoque, está transitando su segundo periodo y se encuentra plenamente habilitado para aspirar a un tercero en 2023. Valga esta brevísima explicación para entender los trazos gruesos de una cuestión jurídica mucho más profunda y solo para entendidos.

Dejando de lado lo constitucional -como si fuera una cuestión menor- cabe reparar en lo estrictamente político. Que haya presentado la acción declarativa de certeza el partido Dignidad Ciudadana en sociedad con la Coalición Cívica de Elisa Carrió y Republicanos Unidos de Ricardo López Murphy, pudo haber sido lo más conveniente para la salud interna del Frente de Todos. 

Esta vez la oposición ganó la delantera, a diferencia de lo sucedido tras la supresión de la ley de Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) el 16 de diciembre de 2021. En esa ocasión fue el giojismo quien se puso a la vanguardia y primereó a todos. Se fracturó el bloque oficialista en la Legislatura. Los tres diputados del espacio denominado Lealtad Justicialista acusaron a los compañeros uñaquistas de haber violado la Constitución. Casi nada.

Ese pataleo que pasó por las distintas instancias judiciales se diluyó con el acuerdo político que parió el nuevo Sistema de Participación Amplia y Democrática (SIPAD). O Ley de Lemas, para decirlo más fácilmente. Pero ese pacto apenas suturó la controversia por el método de votación. Quedó latente el otro conflicto por la candidatura de Uñac. 

El diputado Juan Carlos Gioja, vocero inequívoco del espacio, lo dejó por escrito en sus redes sociales el 28 de noviembre. Publicó textualmente 'la imposibilidad legal para que el actual gobernador sea reelecto'. Sin lugar para dobles interpretaciones. 

Consumada la presentación de Dignidad Ciudadana, Lealtad Justicialista podría reposar en esa acción ajena, adherir conceptualmente pero no involucrarse con la firma. Puede parecer una nimiedad, pero a la luz de los antecedentes esa pequeñez podría atenuar la tirantez peronista. Dicho de otro modo: la oposición le sacó un peso de encima al oficialismo, al ocuparse del siguiente ataque previsible en la campaña de 2023.

Hay dos artículos constitucionales en cuestión. El 173, que define que el Poder Ejecutivo es ejercido por un gobernador y, en su defecto, por un vicegobernador. Y el 175, que establece que tanto el gobernador como el vice duran cuatro años en el ejercicio de sus funciones y pueden ser reelegidos consecutivamente hasta dos veces. A partir de la presentación de Dignidad Ciudadana algún juez tendrá que decir cómo le cae esta letra a las aspiraciones de Uñac. Es lo que se conoce como acción declarativa de certeza.

Este lunes el gobernador confirmará su candidatura por otro mandato, como estaba previsto apenas terminara el mundial de Qatar. La victoria histórica de la Scaloneta puso el humor social en el punto más alto. No habrá mejores condiciones que las actuales para iniciar una campaña con el pie derecho. Hay viento a favor para todos y todas, solo hay que desplegar las velas y aprovechar el envión mientras dure. Entiéndase bien esto último: el clima positivo no es para un sector u otro de la política, sino para cualquiera que esté dispuesto a sacarle provecho.

Como se dijo antes, el uñaquismo contaba con la disputa judicial apenas lanzara candidatura. Se precipitaron un poco los acontecimientos, con las publicaciones periodísticas como esta columna Jaque Mate, que anticiparon la decisión del gobernador de competir. Fue suficiente para que el presidente de Dignidad Ciudadana, Gustavo Fernández, decidiera avanzar. Incluso lo hizo sin consulta previa con el líder de Juntos por el Cambio, Marcelo Orrego.

El diputado nacional y virtual candidato a gobernador el año próximo, pisó suelo sanjuanino minutos después de la conferencia de prensa de Dignidad Ciudadana. En vivo en Banda Ancha, Orrego reconoció que no estaba al tanto de la presentación. Toda una rareza, teniendo en cuenta la organicidad con que manejaron las acciones judiciales anteriores.

No es una cuestión estrictamente jurídica. Tiene, antes que nada, un componente político. Uñac sigue siendo uno de los referentes competitivos del Frente de Todos. Invalidar su candidatura de arranque alteraría sustancialmente el tablero del año próximo. Para Juntos por el Cambio, voltear la postulación del gobernador sería una conquista. Aunque fracasara la movida en tribunales, igualmente podrían dañarlo en un sector de la opinión pública. Eso sería suficiente en términos estrictamente políticos.

La avanzada opositora también tendrá impacto en el seno del Frente de Todos. De reojo el giojismo estará atento a la evolución de la causa. Nunca será la misma elección con Uñac en la grilla que sin él. También estará latente el banco de recambio del propio uñaquismo. Esa segunda línea que aguarda pacientemente su turno. Mirando la cancha y también el escritorio.


JAQUE MATE