OPINIÓN

Clases presenciales: la batalla no terminó

La realidad de San Juan todavía permite mantener las escuelas abiertas. Pero hay un contexto preocupante para mirar de cerca.
lunes, 26 de abril de 2021 · 12:28

De las tres condiciones que puso Sergio Uñac en el Acuerdo San Juan convocado de emergencia frente a la segunda ola de Covid 19, hay una que se tornó crítica en la opinión pública: las clases presenciales. Por el momento no hay ninguna amenaza de interrupción en la provincia, pero es innegable que siempre estará disponible el botón rojo si la curva de contagios se dispara sin control.

Cuidar la salud, la educación y la economía fueron los tres pilares del gobernador para generar los consensos. El desafío planteado es construir un delicadísimo equilibrio. Todavía resulta posible, frente al crecimiento moderado de contagios. Hay cada vez más infectados, hay cada vez más ocupación de camas, pero el sistema tiene resto. Sobre todo los hospitales públicos.

Desde Buenos Aires llegó otro contagio. Se nacionalizó la grieta absurda entre clases presenciales sí versus clases presenciales no. Como si se tratara de una cuestión opinable y no de un asunto de política sanitaria. Sin embargo, el parate dispuesto por Alberto Fernández para las escuelas de Ciudad Autónoma y Conurbano Bonaerense por apenas 10 días hábiles, tuvo derivaciones ruidosas. Cacerolazos en la Quinta de Olivos, judicialización, desacato y confusión. Mucha confusión.

En San Juan la realidad está tan alejada de aquel conflicto como los 1.200 kilómetros que separan a ambas ciudades. Al menos, por ahora. Pero el debate fue calando por estratos. Aquí se levantaron algunas voces que reclamaron más presencialidad y menos virtualidad. Más contacto cara a cara y menos pantallas.

Consciente de esta arremetida, el rector de la Universidad Nacional de San Juan, Oscar Nasisi, contestó tajante el viernes pasado en Canal 13: 'Dar más presencialidad que la que tenemos ahora no es posible'. Punto. También advirtió que quien lo suceda tendrá que administrar un sistema totalmente distinto, porque la peste llegó para los tiempos. Aún con vacuna, aún con inmunidad de rebaño -el día que eso suceda- habrá cambios permanentes. Un modo diferente de entender la educación.

Incluso propuso ensayar un sistema bimodal para llevar a cabo las elecciones de renovación de autoridades el 10 de junio. Que algunos voten de manera presencial y otros a través de la plataforma virtual. Hay antecedentes en Argentina, en otras casas de altos estudios. Una bisagra.

También el viernes en Banda Ancha el diputado de ACTUAR, Gustavo Usín, adelantó que la oposición no aceptaría en San Juan frenar las clases presenciales. Dijo que todo el acompañamiento que han brindado hasta ahora al gobierno obedece a que siempre hubo diálogo. Pero volver a cerrar las escuelas sería inaceptable para ellos. Representan en San Juan a Juntos por el Cambio. Esa grieta más temprano que tarde también podrá sentirse aquí.

Mientras tanto el sábado el Ministerio de Educación publicó los datos oficiales de contagios en escuelas, abonando la idea de que esta presencialidad con protocolos es segura. Solo se detectaron casos sospechosos o confirmados en el 0,11 por ciento de los estudiantes; el 2,60 por ciento en los docentes y el 2,84 por ciento en los no docentes.

El informe destacó también la vacunación del personal escolar, que este lunes comenzará con los primeros docentes de nivel secundario.

La asistencia hasta ahora demuestra además una importante respuesta de las familias. A nivel provincial se alcanzó un presentismo de alumnos del 84 por ciento. Pero hay que marcar un contraste fuerte entre las escuelas de gestión estatal y las de gestión privada. En las públicas fue el 77 por ciento. En los colegios arancelados, el 90 por ciento. 

Todos estos datos difundidos el sábado fueron expuestos antes en una reunión paritaria con los tres sindicatos docentes, UDAP, UDA y AMET. El mensaje oficial del Ministerio de Educación ratificó aquella postura original de Uñac. La decisión política es sostener las clases presenciales en medio de la tormenta. Con bimodalidad, con burbujas, con contagios acotados.

El problema en realidad no está dentro de las instituciones educativas sino en la circulación de personas que activa el sistema escolar. Ese fue el fundamento del gobierno nacional para detener la presencialidad por un par de semanas hasta el próximo viernes 30 de abril, en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Hay altas posibilidades de que esa restricción se extienda, en función de la brutal escalada de la pandemia en la zona.

Pero como ocurrió en 2020, el problema agudo en los grandes centros urbanos progresivamente se va trasladando a las ciudades periféricas. El viernes el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, anunció que a partir de este lunes cada familia decidirá si envía a sus hijos a la escuela o si prefiere la virtualidad. La peste está golpeando duramente a la hermana cuyana.

Arranca una semana clave para definir cómo continuará la vida de los argentinos y las argentinas, con la severa amenaza de una peste que no tiene piedad. San Juan todavía se encuentra en el lote de las provincias menos afectadas, pero la curva está presionando las terapias intensivas. Ir a la escuela es insustituible. La virtualidad apenas funciona como un paliativo. Cerrar las aulas nunca fue la primera opción y no lo será en esta ocasión. Pero vale empezar a mirar el contexto y entender que la batalla no terminó.


JAQUE MATE