JAQUE MATE

Por una cabeza: tres puntos son buenos

Cálculos y estrategias que justifican la aparición de candidaturas en Juntos por el Cambio. El rol de Eduardo Cáceres, otra vez en campaña.
jueves, 1 de diciembre de 2022 · 10:00

Mientras Eduardo Cáceres confirmaba a los cuatro vientos que el PRO llevará candidato a gobernador con lista completa en los 19 departamentos, una alta figura de Producción y Trabajo se permitía dudarlo. Según esa fuente, cercana a Marcelo Orrego, el macrismo nacional no bajó línea en tal sentido. Nunca hubo un mandato de jugar con nombres propios en cada provincia. En las últimas horas trascendió un nuevo parámetro que permite unificar criterios, sin ventilar estrategias antes de tiempo.

La síntesis dice que tres puntos son buenos. ¿Qué significa eso? Que si el candidato del PRO lograra aunque sea alcanzar esa intención de voto, sería un aporte interesante para la victoria de Juntos por el Cambio. Esto, por supuesto, partiendo de la certeza de que Orrego es el mascarón de proa. Y que los demás solo tendrían la misión de sumarle para poder enfrentar a Sergio Uñac, José Luis Gioja y alguna otra alternativa del Frente de Todos.

Es una de las derivaciones de la Ley de Lemas. Las listas de unidad no sirven en este sistema electoral reinstaurado para los comicios de 2023. Las mejores chances para cada alianza estarán dadas en la sumatoria. Por lo tanto, será clave la inteligencia para diversificar la oferta de candidatos, con el objetivo de captar adhesiones en cada segmento del padrón, bien estratificado.

Orrego competirá en fórmula con Fabián Martín. Ya hay mediciones que avalan esa determinación luego de haber evaluado fugazmente la posibilidad de que ambos se abrieran en listas diferentes, obligados por la Ley de Lemas. Los números respaldan la unidad entre el santaluceño y el rivadaviense, básicamente porque son parte de un mismo espacio y sus votos son muy similares.

Esto no significa de ninguna manera que el asunto esté resuelto, porque presentar una lista sola sería dar ventaja al oficialismo. Más aún teniendo en cuenta que Consenso Ischigualasto jugará aparte, con el patrocinio de Javier Milei, disputando un voto bastante parecido al de Juntos por el Cambio.

Habrá que diversificar la oferta, entonces. En ese contexto parece razonable la candidatura a gobernador de Marcelo Arancibia, recientemente incorporado a la mesa orreguista luego de haberse enfrentado duramente en las legislativas de 2021. El expresidente del Foro de Abogados tiene un discurso más agudo que el santaluceño. Incluso tiene una mirada crítica respecto del modelo minero, plasmada en un libro de su autoría. Los matices están a la vista. Aportaría efectivamente un voto que Orrego no tiene.

El presidente de la UCR, Eduardo Castro, también anotó a su partido entre los que podrían llevar candidato propio. El partido centenario tiene estructura en toda la provincia, más allá de que el acompañamiento en las urnas no esté en su mejor momento. A favor cuentan con el padrinazgo político de Facundo Manes, de alta consideración en algunos segmentos de la población sanjuanina. Con seguridad saldrán a usufructuar ese activo político.

El PRO encadenó su estrategia a esta misma lógica, con una particularidad: sienten que el próximo presidente será amarillo, ya sea Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich o el mismísimo Mauricio Macri. Por lo tanto, tienen el sello más pesado de toda la oposición en términos nacionales. ¿Piensan desafiar a Orrego, menoscabar su vínculo directo con ese bunker porteño, ponerle una suerte de peaje para llegar ala CABA? No por el momento.

Orrego hace tiempo se relaciona sin intermediarios, en especial desde que comparte el interbloque Juntos por el Cambio con las primeras figuras del PRO en el Congreso. De visita en la provincia hace un par de meses, un operador del larretismo reconoció que les entusiasma en Buenos Aires la competitividad de Marcelo aquí en San Juan. Hay buena sintonía recíproca.

Cáceres se lanzó precipitadamente, apenas consiguió una victoria judicial en la causa por violencia de género que inició Gimena Martinazzo en su contra. El exdiputado nacional militó contra las falsas denuncias y más recientemente por la educación emocional. Volvió a su antigua modalidad proselitista: se subió a los colectivos con inmedaita difusión en redes sociales. Así llegó al Congreso en 2013, cuando se impuso en la multitudinaria primaria que había armado Roberto Basualdo.

A diferencia de aquella elección, Cáceres ahora es una figura muy conocida, con aceptación en algunos sectores y rechazo en otros. Ni más ni menos que cualquier otro dirigente político que lleva más de una década en actividad. ¿Tiene expectativas de ser el candidato a gobernador del PRO? Tal vez.

Una pista dejó el presidente del partido, Enzo Cornejo, este miércoles en Banda Ancha. 'Vamos a utilizar todas las herramientas que sirvan', dijo el diputado provincial. Esto significa que habrá candidato macrista puro si entienden que contribuye a la victoria de Juntos por el Cambio. Es decir, al triunfo de Orrego.

Cornejo se escudó en la incertidumbre de no saber cuándo habrá elecciones, para ahorrarse los detalles. No ventilarán la estrategia. Sin embargo, una fuente del PRO reveló un parámetro bastante claro que alumbrará las decisiones: si el candidato a gobernador que ofrezcan llega a los tres puntos de intención de voto, será una alternativa válida. Y si es Cáceres el que puede cosechar ese número, será él entonces.

Aisladamente parece una pretensión muy baja. Sin embargo, a la luz de resultados anteriores y la dispersión que conlleva el nuevo sistema electoral, tres puntos pueden ser decisivos para una victoria. Nadie, ni oficialista ni opositor, cuenta con una diferencia arrasadora. De uno y otro lado de la grieta sospechan que la definición será bien gardeliana: por una cabeza. Tres puntos son buenos.


JAQUE MATE